Por:Redacción

En 1956 Ingmar Bergman ya había sido reconocido en la crítica internacional con Sonrisas de una noche de verano (1955), por la que fue nominado a la Palma de Oro. Posteriormente, retrató con maestría el tema de la muerte en El séptimo sello (1957), filme que a casi medio siglo de su realización no ha perdido un ápice de su fuerza ni de su fascinación.

Para iniciar el año con una de las obras más importantes del cine mundial, la Cineteca Nacional a partir de enero ha incluido en su cartelera El séptimo sello (Det sjunde inseglet). La dependencia de la Secretaría de Cultura obtuvo los derechos de la productora sueca Svensk Filmindustri y se trata de una copia remasterizada que se exhibirá en la Sala 8, Ismael Rodríguez.

El séptimo sello está basada en una pieza teatral de la autoría de Bergman, titulada Pintura sobre tabla. Situado en Europa a mediados del siglo XIV, el caballero medieval Antonius Blok regresa de las Cruzadas acompañado de su escudero. De pronto, se encuentra con la Muerte.
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Con el contexto de la pandemia más devastadora en la historia de la humanidad que afectó a Europa en el siglo XIV, la peste negra, el caballero reta a la Muerte a una partida de ajedrez en un intento de prolongar su vida y llevar a cabo un último acto significativo. A decir del propio Bergman, el caballero quiere saber el secreto, romper el séptimo sello, que según el Apocalipsis, cierra el rollo que Dios tiene en su mano en el Día del Juicio Final.

Hacia finales de la década de los treinta, Ingmar Bergman escribió algunas piezas teatrales y se convirtió en asistente de dirección, hasta que en 1942 pudo dirigir su primer obra, La muerte de Gaspar, a cuya representación acudieron miembros de la productora Svensk Filmindustri.

Tal acontecimiento le permitió a Bergman trabajar como guionista de la empresa, donde pronto se inició también como asistente de dirección, hasta su debut como realizador en 1946 con Crisis. Tras seis décadas de activo como director de filmes para cine y televisión, logró conquistar diversos premios en los más importantes festivales, encabezados por Cannes, Berlín y Venecia.

Sin duda, la obra de Bergman se trata de un descubrimiento para todo amante del cine. Recientemente, Indiewire publicó un artículo de las películas esenciales de este cineasta nacido en Upsala, entre ellas El séptimo sello, a la cual calificó como “un trabajo sincero, casi puritano, y aún con su reputación como una obra oblicua, puede ser encantadoramente divertida y siempre mantiene el humanismo de anteriores imágenes de Bergman”.