Por: Gustavo Ferreyra

Tim Duncan, el mejor Ala Pívot de la historia, ha anunciado el día de hoy su retirada de las canchas de la NBA a los 40 años de edad. Durante sus 19 temporadas en la liga Duncan rompió récords, ganó títulos y enalteció el juego con su clase y sencillez para eludir rivales y anotar. Absolutamente todas las campañas las jugó con la camiseta de los Spurs de San Antonio, un claro ejemplo de fidelidad a un equipo al cual, desde su llegada, hizo grande.

El basquetbolista nacido en Islas Vírgenes llegó a la liga después de ser el número 1 del Draft en el año de 1997 y esto cambió por completo la historia de los Spurs. Tras su llegada obtuvieron un récord positivo de 56-26, un año antes habían tenido 20-62, lo que nos dice la diferencia que hubo en un equipo que en aquel momento necesitaba una figura aparte de David Robinson para ganar. En 1997, Robinson no podía darle un campeonato a los Spurs completamente sólo en el equipo, fue hasta que Duncan arribó a San Antonio cuando juntos formaron una pareja imparable.

Lejos de las cámaras, de los reporteros, de los flashes, del protagonismo; así fue como transcurrió una de las carreras más brillantes de la NBA. Hablar del legado que deja Duncan es hablar de uno de los mejores 10 jugadores de toda la historia. Entre los Ala Pívots, sin duda el mejor. La sencillez muchas veces es lo más elegante y si utilizamos esos parámetros, Duncan ha sido el jugador más elegante que las duelas de la liga hayan visto.

“Timmy D” dice adiós a las canchas con 26,496 puntos (19,0 de promedio), 15,091 rebotes (10,8 de promedio), 4225 asistencias (3,0) y 3,020 tapones (2,2), además de 1392 partidos disputados, en los cuales sólo en tres tuvo que salir desde la banca. Sin embargo, el legado de Duncan sobrepasa cualquier estadística; su caballerosidad dentro de la pista, su elegancia, su alejamiento de los focos siempre acompañado del rendimiento en la duela, son factores que engrandecen su legado. Duncan ganó cinco anillos de campeón, en 1999, 2003, 2005, 2007 y 2014, los últimos tres junto a Parker y Ginóbili.

Pocos jugadores dignifican el significado de jugar al baloncesto en la NBA, Tim Duncan lo hizo. Él hacía su trabajo dentro de la duela como muy pocos lo han hecho a lo largo de la historia.