Por: Redacción

Para reducir los riesgos que las niñas, niños y adolescentes corren al navegar en Internet, el coordinador parlamentario del PRI, César Camacho y el diputado federal por Yucatán, Felipe Cervera Hernández propusieron reformar diversas disposiciones del Código Penal Federal, a fin de tipificar como delito toda conducta relacionada con el ciberacoso sexual y hacer efectiva la protección dentro de los espacios virtuales.

Después de haber presentado el 15 de diciembre de 2015, ante la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, una iniciativa similar a la anterior referida, el pasado 19 de mayo se retiró dicha propuesta para trabajar en conjunto con la Organización “Save the Children” y así poder enriquecerla para brindar la protección que requieren los niños, niñas y adolescentes.

El legislador Felipe Cervera, indicó que cuando exista un encuentro cuyo fin sea cometer cualquier acto que vaya en contra de la integridad física y sexual del menor, se impondrá al responsable una pena que va de siete a doce años de prisión y de 800 a dos mil 500 días multa.

El legislador yucateco aseguró que la red ha sido utilizada para la producción y distribución de materiales que representan violencia sexual contra la niñez, los ciberacosadores han encontrado en las redes sociales, correos electrónicos, juegos electrónicos una ruta fácil y para engañar a las niñas, niños y adolescentes, colocándolos en una posición de vulnerabilidad.

“Según el último Reporte Global de Cibercrimen Norton, el crimen cibernético es cada vez más audaz y agresivo, ya que cada segundo, 12 personas son víctimas de un delito en la red; asimismo, de acuerdo con datos de la UNICEF, 16 mil 700 sitios web muestran imágenes de abusos a niños, de los que el 73 por ciento son menores de 10 años”, afirmó el legislador.

Felipe Cervera concluyó que en México no existe ninguna regulación que castigue este tipo de prácticas, por lo que cada año cientos de personas quedan impunes tras ser sorprendidos en esta situación; por ello, se requiere castigar a quienes abusen de estas herramientas y generar una cultura de autocuidado, que permita el aprovechamiento de los avances tecnológicos para desarrollar su potencial sin riesgos.