Por: Melisa Carrillo Rojas 

En el marco del lanzamiento del Programa de fortalecimiento para la seguridad de grupos en situación de vulnerabilidad, que emprenderá la Comisión Nacional de Seguridad, Joel Hernández García, embajador y Director General para las Naciones Unidas, comentó que en México la violencia contra las mujeres se enfrenta a través de una política de Estado, pero que se trata de un esfuerzo individual y público.

Durante el evento, el embajador compartió datos obtenidos por el Informe de las mujeres en 2015, de la Comisión de Estadísticas de las Naciones Unidas. Como el hecho de que las mujeres están sujetas a lo largo de su vida a algún tipo de violencia, ya sea física, sexual, psicológica o económica, sin importar su nivel educativo o de ingresos.

En cuanto a las consecuencias económicas que trae la violencia de género al país, se destaca el hecho de que la pérdida de productividad resultante de la violencia doméstica, oscila entre el 1 y el 2% del Producto Interno Bruto (PIB).

Según el informe, el 35% de las mujeres ha experimentado violencia sexual o física por parte de su pareja, o de una persona externa.

No obstante, la violencia de la pareja sufre un alto nivel de aceptación, ya que menos del 40% de las  mujeres que sufren violencia, buscan ayuda de cualquier tipo, generalmente a través de la familia o amigos, mientras que menos del 10% busca ayuda de la policía.

El embajador comentó, que a pesar de los diversos instrumentos con los que se cuenta, como las convenciones nacionales e internacionales, así como las estrategias y medidas prácticas que se han adoptado, los esfuerzos a nivel global y nacional aún son insuficientes.

A su vez agregó, que no se trata solamente de un problema nacional que se pueda resolver por medio de una agenda política, se trata de un problema global que incumbe a hombre y mujeres por igual. Por lo que se requiere de un esfuerzo individual y público.

“La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, de las Naciones Unidas, significa una nueva oportunidad para alcanzar la igualdad de género, empoderar a todas las mujeres y niñas, pero sobre todo, para poner a fin a las formas de discriminación y violencia contra las mujeres”, concluyó Hernández.