Por. Redacción/

Las universidades deberán ser más ágiles en la elaboración de planes y programas de estudio para las profesiones futuras, además de orientarse para contender con las nuevas tecnologías, aseveró el doctor Eduardo Peñalosa Castro, rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Al participar en el XXXI Simposio Internacional de TIC en la Educación SOMECE 2018: Hacia una cultura digital para la transformación individual y social, en la Unidad Xochimilco, dijo que la realidad virtual, el Internet de las cosas, la inteligencia artificial, el auge de los simuladores y la automatización de los procesos están ya aquí “y no estamos siendo conscientes de ello”.

Es urgente “realizar el salto en el cambio de paradigma que demanda el futuro próximo debido a la llamada cuarta revolución, esto es, la digitalización, además de que la organización de la vida institucional y de los trabajos se están encaminando a acoplarse con aplicaciones móviles, comercio electrónico, marketing digital y redes sociales”.

La Casa abierta al tiempo, al igual que otros centros educativos, mantienen una política de tolerancia en el uso de dispositivos electrónicos dentro del salón de clases, ya que más allá de impulsar su utilización como elementos de distracción deben convertirse en herramientas de aprendizaje.

Esto es algo en lo que “no podemos perder el tiempo: tenemos que hacerlo”, aseveró en el Panel Prospectivas de la Educación Superior, en el que intervino junto con titulares de instituciones de educación superior nacionales.

El doctor Alberto Sancho Montesinos, ex rector de la Universidad Latinoamericana y actual director general de la empresa EVANZA, aseguró que la educación a distancia constituye un ingrediente fundamental que las escuelas deben desarrollar, debido a que la población interesada en cursar una licenciatura aumentará de manera considerable en los próximos 15 años.

Uno de los principales retos que esto implicará es el diseño de una enseñanza efectiva y de calidad ya que se prevé un cambio en la mezcla del alumnado, como sucedió en Estados Unidos, donde existe la posibilidad de continuar estudios y trabajar en puestos de salarios modestos, pero siempre buscando una preparación académica que permita progresar.

Sancho Montesinos advirtió que las empresas privadas –no las universidades– están generando nuevas tecnologías e innovando en la impartición de cursos en línea y la creación de contenidos digitalizados, comunidades del conocimiento y sistemas de aplicación educativa, así como en la apertura de redes de comunicación y colaboración.

Los rectores y directores deberían fomentar una nueva visión centrada en un alumnado “acostumbrado a la tecnología y en adultos que trabajan y estudian, ya que el uso de datos debe darse con el objetivo de mejorar los procesos de aprendizaje y retención, en una perspectiva que favorezca la globalización”.

El maestro David Mejía Rodríguez, rector de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR) México, resaltó que el surgimiento de las tecnologías de la información y la comunicación ha representado el salto cuántico más importante y de mayor impacto en toda la historia de la humanidad.

“Celulares, tabletas, computadoras personales y demás dispositivos rigen el comportamiento del modelo humano; este año, México cumple 60 desde que recibió la primera computadora, al mismo tiempo que Estados Unidos, donde fueron desarrollados planes y modelos a distancia, así como estrategias digitalizadas de educación superior, pero en el nuestro seguimos prácticamente igual”, lamentó.

Mejía Rodríguez recomendó conjugar elementos presenciales con cursos a distancia e introducir herramientas de realidad aumentada con la intención de dar impulso y enriquecer el trabajo en clase.

“Si logramos transformar la educación es muy probable que mejore nuestro esquema social en materia cultural, financiera y de salud, pero no podemos seguir educando como hace 50 años, ya que estamos ante un entorno mucho más volátil y abierto en el que lo importante es procurar el desarrollo de nuevas habilidades y el potencial de cada alumno”, finalizó.