Por: Redacción

No basta con que un funcionario medio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presente su renuncia, que se recalculen los datos o que se haga un nuevo ejercicio, la confianza en las mediciones de la pobreza está dañada, aseguró el coordinador de los senadores del PRD, Miguel Barbosa Huerta.

Indicó que “las estadísticas nacionales son un asunto fundamental para cualquier Estado, por eso el resguardo, la medición y administración de esta información debe realizarse con mucha responsabilidad, profesionalismo y eficiencia técnica para contar con datos confiables sobre los aspectos más relevantes para el país”.

“Lamentablemente, el Gobierno mexicano, el INEGI, el órgano responsable de las estadísticas nacionales, ha fallado en esta alta responsabilidad”, sostuvo el senador del PRD.

Señaló que la medición de la pobreza no es un tema técnico, sino una actividad sustancial para la asignación de recursos y la definición de políticas públicas de corto, mediano y largo plazo.

“Si fue un error o una omisión es muy grave para la institución; si existió algún rasgo político se trata de una forma de desorientar gravemente a la población”, consideró Barbosa Huerta.

Nadie podría responder con certeza si la pobreza aumentó, se mantuvo o disminuyó, pero el hecho de que el INEGI haya decidido unilateralmente “mejorar el trabajo de campo” del Módulo de Condiciones Socioeconómicas 2015 en la encuesta usada por el CONEVAL, provocó que los datos más recientes sean incomparables con los anteriores y que no pocos servidores públicos locales hayan pretendido utilizarlo políticamente a su favor, dijo.

Esto también implica la imposibilidad de hacer inferencias acerca de la evolución de la pobreza en los niveles de desagregación geográfica, indicó.

De seguirse realizando el nuevo proceso de levantamiento en las Encuestas subsecuentes, será imposible analizar la evolución de los niveles de pobreza a mediano y largo plazos, por lo tanto, esto impedirá evaluar las diversas políticas públicas que se han implementado en años recientes, tales como la Cruzada Nacional contra el Hambre y el rediseño del Programa PROSPERA, señaló.

El ajuste metodológico que introdujo INEGI este año puede afectar seriamente la validez de las cifras recolectadas al concentrarse fundamentalmente en una parte de la distribución del ingreso y al introducir un elemento aparentemente discrecional en la recolección de la información, señaló Miguel Barbosa.