• Con apoyo del gobierno de la ciudad creó 3312 Cooperativa para producir y comercializar la bebida.

Por: Redacción/

La pandemia contribuyó a que Azul Amellali Olivares Solís, egresada de la Licenciatura de Diseño Industrial de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), concretara la idea de un negocio propio a través de 3312 Cooperativa, que comercializa en línea la cerveza artesanal Kashberry, .

“Mi hermano Rodrigo empezó con esta idea de la elaboración de una cerveza, vimos que era un nicho de oportunidad y empezamos a hacer pruebas y venderla entre conocidos principalmente y por eso nos decidimos, además de la poca oferta laboral para recién egresados por la contingencia sanitaria”.

En entrevista, comentó que gracias a los apoyos que en marzo pasado otorgó el Programa Social de Fomento, Constitución y Fortalecimiento de las Empresas Sociales y Solidarias (FOCOFESS 2021) –de la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo del Gobierno de la Ciudad de México– fueron favorecidos junto con otro equipo de emprendedores de la comunidad #SoyUAM y es así como formaron la cooperativa.

Actualmente “tenemos el lanzamiento de esta bebida tipo cream ale de frutos rojos, con ligeros toques de sabor a fruta y un amargor medio, aunque también hemos elaborado el estilo porter, pero por ahora queremos perfeccionar la receta para poder sacarla al mercado, ya que la principal característica del emprendimiento es ofrecer varios tipos y sabores para brindarle al usuario una experiencia nueva”.

Todo ello “porque estamos acostumbrados a cierto tipo de cerveza comercial, que es estilo lager o viena y no conocemos otros estilos que existen en el mundo, y lo que buscamos es generar un primer acercamiento satisfactorio del consumidor con la bebida artesanal”.

En 2019, produjeron los primeros lotes, aunque el lanzamiento comercial fue el año pasado con el producto estrella denominado Kashberry, recordó Rodrigo Olivares Solís, hermano y socio del emprendimiento. Gracias al apoyo recibido lograron aumentar la producción de 20 a cien litros, que han sido distribuidos principalmente por medios electrónicos debido al confinamiento.

En estos tiempos complicados “pensamos que por esos canales podemos alcanzar a más personas de una forma más sencilla y la gente de lugares lejanos puede conocer nuestro producto, además de que nos dimos cuenta que la venta en línea genera más rendimiento, por lo que optamos por un lanzamiento en redes sociales, aunque después de la emergencia sanitaria queremos distribuirla en supermercados y bares de la Ciudad de México”.

Los jóvenes emprendedores también cuentan con una página en Instagram que contiene videos promocionales en los que los propios consumidores comparten historias y su experiencia al tomar la bebida.

El costo de la botella de 355 mililitros se ubica entre 70 y 80 pesos, mismo que se reducirá drásticamente cuando se eleve la producción, sin dejar de considerar que una cerveza artesanal que contiene materias primas muy específicas siempre será más costosa que la industrial.

“En nuestra cerveza utilizamos materia prima específica basada en pureza alemana que es malta-agua-lúpulo y levadura, siempre ocupamos granos de primera calidad y en algunas ocasiones importados, aunque también procuramos ocupar nacionales de la misma calidad”, explicó Rodrigo Olivares, ingeniero mecánico de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, Unidad Azcapotzalco del Instituto Politécnico Nacional.

El equipo de 3312 Cooperativa –integrada por cuatro profesionistas más y sus padres– aprovecha los granos para elaborar pan integral, además de que están valorando la posibilidad de producir harinas integrales, ya que uno de sus objetivos es reducir el llamado desperdicio en alimento de calidad y buscarán que parte de la producción pueda ser donado a comedores comunitarios y escuelas de educación básica, preparatorias y universidades.

“En verdad queremos que nuestro negocio sea integral y tenga esa sustentabilidad que a veces falta en las empresas”, aseguró Azul Olivares, quien junto con su hermano continúa trabajando en posicionar su cerveza artesanal y en elaborar más recetas, además reconoció el apoyo de la Casa abierta al tiempo para concretar la cooperativa y la producción de Kashberry.

“A mis compañeros y a los nuevos alumnos les mando el mensaje de que se atrevan, si bien es algo complicado a la larga brindará la satisfacción de tener tu propia empresa y ese sueño que tenías se hace realidad”, concluyó.