Por: Redacción/

Para encontrar potenciales medicamentos enfocados a inhibir la acción del virus SARS-CoV-2, científicos mexicanos investigan cómo funciona, mediante la utilización del sincrotrón, un equipo de física de última generación.

“Es un acelerador de partículas, específicamente de electrones, que hace que se muevan a velocidades cercanas a la de la luz”, explicó José Franco López, del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM.

Mediante la construcción de un anillo extenso, alrededor del cual el grupo de electrones puede circular y generar una luz más intensa que la proveniente del Sol, “se puede analizar a detalle la estructura de la materia, como la de los virus”, detalló al participar como moderador en una mesa virtual, realizada en el marco de “El Aleph. Festival de Arte y Ciencia. Las Posibilidades de la Vida: COVID-19 y sus Efectos”.

Investigaciones con el sincrotrón

En el evento, tres científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), hablaron de los estudios que desarrollan para combatir al coronavirus causante de la COVID-19, con ayuda del sincrotrón.

Liliana Quintanar Vera, del CINVESTAV Zacatenco, explicó que existe una interacción entre algunos metales y proteínas involucrados en enfermedades. En especial, el zinc interviene en la proteína angiotensina 2 (ACE2) humana, que da entrada a las células a la proteína Spike, del SARS-CoV-2.

Con ayuda del sincrotrón de Villigen, Suiza, Quintanar y su grupo pueden analizar las estructuras químicas para buscar un inhibidor del proceso. “La hipótesis es que podemos usar los datos colectados en el sincrotrón de la proteína ACE2 y usarla como un reportero de la interacción con la proteína viral”.

Edgar Morales Ríos, también del CINVESTAV Zacatenco, trabaja con la movilidad de ciertas proteínas dentro de microtúbulos en las células humanas (como si fueran carros del Metro).

“Los virus pueden secuestrar estas proteínas para moverse dentro de las células, y con el sincrotrón pretendemos saber cómo se puede inhibir ese proceso”.

Luis Brieba de Castro, del CINVESTAV Irapuato, trabaja con el ARN del virus, y con mecanismos que vigilan cómo se replican las proteínas dentro de las células.

“Si podemos tener algo que impida que haya una reparación y una replicación dentro de las células, tendríamos una forma de evitar que los contagios tengan efectos devastadores”, afirmó.

Los científicos trabajan con muestras en el sincrotrón de Suiza, mientras, ya se desarrolla un plan para instalar uno en el estado de Hidalgo, en México.