Por: Redacción

Las locaciones, infraestructura y profesionalismo han convertido a la capital del país en el set más importante de los países iberoamericanos. Este año, la Comisión de Filmaciones de la Ciudad de México, mano a mano con la industria creativa y una Ciudad llena de posibilidades lograron un crecimiento importante en la cantidad de proyectos de cine, televisión, series y comerciales que se realizan.

Sólo entre octubre y noviembre pasados el número de proyectos realizados se incrementó 70 por ciento respecto a los mismos meses del año pasado, en tanto los avisos presentados lograron un crecimiento de 67 por ciento y 103 por ciento, respectivamente, en cada mes señalado.

Al cumplirse 110 años de que inició el cine en México, la Ciudad de México ha logrado consolidarse como un centro de producción importante a nivel nacional, respondiendo a un mercado de contenidos audiovisuales, cada día más creciente y atrayente para la inversión extranjera en el sector.

La consolidación de la industria en la ciudad durante la última década se debe a elementos como la alta calidad de los profesionales de la industria —tanto creativos como técnicos—, la amplia infraestructura fílmica que ofrece equipos para producción y postproducción de vanguardia a precios competitivos, la proximidad geográfica con los centros de producción más importantes a nivel mundial, así como la vasta variedad arquitectónica, cultural y ecológica.

La producción de contenidos de comerciales, series, programas de televisión, películas, cortometrajes, videoclips, tiene un impacto económico en el país de más de 3 mil 500 millones de pesos anuales, y más del 80 por ciento de esa derrama se queda en la metrópoli.

Esta industria genera miles de empleos bien remunerados: los salarios más bajos en un comercial superan los tres mil pesos por proyecto –de uno o dos días de filmaciones, y el promedio pagado a cada profesional es de 25 mil pesos. Pero también se genera derrama económica en la adquisición y renta de equipo de cómputo, de fotografía y de sonido, en el sector turístico —hoteles y gastronomía—, en el textil, transportes, gastronómico, eléctrico, telefónico, decoración, y un sinfín de elementos usados en la producción. Además, en la renta de locaciones y el pago por derechos por el uso de la vía y los espacios públicos.

La economía de la Ciudad recibió una derrama de más de 5 mil 500 millones de pesos de gasto directo en producción de contenidos durante 2016. Se trata de inversión directa en producción, que se refleja muy rápidamente en los flujos de efectivo de las demás cadenas productivas de la capital, sin tener que esperar largos plazos de desarrollo de bienes de inversión, como es el caso de otras industrias. El capital intelectual de la industria audiovisual es una cosecha fértil, de pronta recuperación.

Para el periodo del 1 de enero al 30 de septiembre de 2016, la Comisión de Filmaciones otorgó 3,446 permisos y 1,800 avisos, haciendo un total de 5,246 autorizaciones de filmación o grabación.

En el año 2015, en el mismo periodo del 1 de enero al 30 de septiembre, esta Comisión otorgó 2,439 permisos y 2,258 avisos, lo que significó un total de 4,697 autorizaciones de filmación o grabación. Esto representa un crecimiento total de las autorizaciones de filmación del 11.7 % en el año 2016 respecto al año 2015, para los periodos de enero a septiembre.

Estos trámites sumados a lo tramitado en octubre hacen un total de 2 mil 526 avisos y 4 mil 644 permisos. Con esto la Comisión de Filmaciones de la Ciudad de México ha tenido ingresos por 19 millones 285 mil 368 pesos en los diez primeros meses del año.

La industria audiovisual es un sector económico que conlleva responsabilidad económica y social, pues no contamina, no sobreexplota materias primas y tampoco nichos ecológicos. En la Ciudad de México, además, la industria está en un proceso de aprendizaje para cuidar del entorno urbano y la paz de los habitantes de la ciudad.