Por: Redacción/

El diseño de políticas públicas en México que tiendan a conferir autonomía para la gestión de la educación en los estados ha sido básicamente de intentos fallidos por descentralizarla, debido a negociaciones que en distintos momentos de la historia han impedido otorgar mayores facultades estatales y municipales, sostuvo Claudia Santizo Rodall.

La profesora-investigadora del Departamento de Estudios Institucionales de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) afirmó que en esa materia lo único que se ha logrado es enviar a personal federal docente y transferir recursos desde el gobierno central hacia las administraciones locales para el pago de nómina.

Durante el Primer coloquio de cuerpos académicos y áreas de investigación de gestión y política pública, celebrado en la Unidad Cuajimalpa, presentó los resultados de un estudio en el que analizó y comparó las acciones de gobierno implementadas en Colombia y México en el ámbito de la educación pública básica.

La doctora por la Universidad de Birmingham, Gran Bretaña, afirmó que aunque en apariencia ambas naciones son similares por el idioma, la cultura y la localización geográfica, cuando se abordan las particularidades de sus sistemas educativos resultan muy diferentes en los ciclos.

El caso colombiano es importante porque las políticas se nutren de información de abajo hacia arriba (button up), es decir, de las escuelas al Ministerio Nacional de Educación, en tanto que en México son de arriba hacia abajo (top down), de la Secretaría de Educación Pública (SEP) a las escuelas.

La evaluación que realiza el organismo del país sudamericano provee información para el rediseño de los lineamientos y el mejoramiento de los programas, además planea los objetivos en periodos de 10 años lo que trasciende a las administraciones presidenciales y territoriales (departamentos y municipios), por lo que estos propósitos no están sujetos a los cambios de régimen nacional ni locales.

En México, contrastó, la primera reforma del sector de 2013 fue promulgada primero por la SEP en una negociación con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, mientras que un año después inició la consulta a la sociedad a través de los foros para la revisión del modelo.

Sin embargo, las opiniones vertidas no modificaron el texto de la reforma, pues no están planteados los mecanismos para integrar esas sugerencias y después convertirlas en acciones prácticas.

La diferencia con Colombia es que cuando se convocó a la integración del Plan Decenal de 1995 se instalaron 150 mesas de trabajo previas y se realizaron dos encuentros de secretarios de educación de departamentos y distritos, dos foros nacionales y 300 regionales, departamentales y locales, así como numerosos foros con especialistas e intercambios bilaterales entre el ministerio y sectores de la comunidad.

Entre otros participaron la conferencia episcopal, la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación y la Asociación Colombiana de Universidades, pues la Constitución permitía esta diversidad de actores en el tema.

Para elaborar el primer Plan Decenal (1996-2006) el Ministerio del ramo en esa nación recibió más de 4,000 propuestas específicas y 250 documentos que fueron considerados parte del primer plan que estableció cuatro líneas prioritarias para todo el país: calidad, cobertura, equidad y gestión.

En México, por el contrario, después del documento de reforma educativa de 2016 se emitió un acuerdo en el que se establecían los nuevos planes y programas de estudio para la enseñanza básica, pero no se abordó el tema pedagógico. El acuerdo –que aún no ha sido analizado con los docentes– tiene una extensión de 446 páginas y se espera que entre en vigor en septiembre de 2018.

El presupuesto para el sector en México sigue centralizado, pues ya han pasado varios procesos de reforma y no se logra descentralizar la gestión educativa. Los gobiernos estatales lograron que se aceptara la iniciativa de integrar contenidos regionales que consideren los contextos locales, pero antes de ser parte del modelo pedagógico deben pasar el filtro de la secretaría del ramo.

Actualmente la doctora Santizo Rodall estudia estos países como parte de un trabajo de investigación más amplio que dará origen a un libro que buscará comparar y contrastar los sistemas para la evaluación de políticas públicas dirigidas a la educación pública básica –además de México y Colombia– de Brasil, España y Estados Unidos.