Por: Redacción/

Ya ha pasado más de medio 2017, y las condiciones económicas no parecen ser las óptimas. Se pueden identificar tres grandes factores: el futuro del mercado de capitales, con la llegada de la Bolsa Institucional de Valores (BIVA); los humildes avances económicos que anuncia Presidencia; y la salida de Agustín Carstens del Banco de México (Banxico).

Aunque hablar del futuro económico es siempre un tópico delicado, los sucesos de los últimos meses pueden utilizarse para deducir, cautelosamente, qué podría deparar la segunda mitad del año.

Economía nacional y TLCAN

En julio se calculó una inflación anualizada de 6.31%; la más alta desde hace más de siete años. Estos picos han obligado al Banco de México a incrementar sus tasas de interés cuatro veces durante 2017; lo cual desincentiva la inversión.

De acuerdo al análisis de Daniela Blancas, economista en mercados financieros de CitiBanamex, el Producto Interno Bruto registrará apenas un crecimiento de 1.7% para final del año. Esto se emparejaría con las elecciones de 2018 y las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y podría ocasionar más volatilidad.

Sin embargo, como lo constata Guillermo Gómez Alarcón, director trading de la institución bancaria: “Esta situación no significa una mala administración por parte de Banxico, pues al largo plazo no han cambiado las expectativas de crecimiento positivo”. El mismo Carstens prometió detener el aumento de las tasas para el resto del 2017, y aseguró que la autonomía de su dependencia constituye una fuente de certidumbre para la economía.

Carstens y lo que deja atrás

Agustín Carstens se marcha al Banco de Pagos Internacional en noviembre próximo. Por ello, la exigencia para el presidente Enrique Peña es postular pronto un nuevo titular del Banco de México que dé confianza al mercado mexicano y preserve la labor de su predecesor.

Son dos opciones con las que cuenta el Ejecutivo Federa: apuntar a alguien de sus propias filas (probablemente Meade o Videgaray) para aprovechar la duración intersexenal del puesto y tener cierto grado de control en cualquiera que sea la próxima administración; o escoger un nuevo titular desde dentro de la institución y mantener el favoritismo priísta de Banxico.

Carstens dejará un gran vacío en la dependencia, pues ha realizado un trabajo notable para sacar la economía mexicana a flote a pesar de la llegada de Donald Trump al poder, la liberalización de los combustibles y la renegociación del TLCAN. Por estas razones, y con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, la decisión de Peña Nieto podría no solo afectar el destino del mercado nacional, sino del cierre de su sexenio.

La economía mexicana, aunque estable por el momento, corre el riesgo de desbalancearse por la combinación de tres factores

El nuevo mercado de capitales mexicano

Por su parte la Asociación Mexicana de Capital Privado (Amexcap) estima que 40 empresas actualmente en portafolios de fondos de capital privado, tienen los requisitos necesarios para lanzarse a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) en 2017.

Sin embargo, la misma Amexcap duda que más del 10% llegue a lanzar Ofertas Públicas Iniciales (IPOs), por sus siglas en inglés) este año. Las cuatro compañías que tienen mayor probabilidad de salir, pues ya iniciaron su proceso de admisión, son la financiera Grupo Mifel, la restaurantera Taco Holding, la transportista Traxión y la petrolera Vista Oil&Gas.

Las difíciles condiciones de entrada a la BMV, como impuestos de 35% por registro, son la razón del bajo porcentaje de ingreso. Esto pone la bandeja de plata para BIVA, que utilizaría su alianza estratégica con Nasdaq para convencer a las startups tecnológicas de hacer sus IPOs con ella, si logra que Hacienda le otorgue la concesión antes de diciembre.

En lo que va del año, se han unido dos compañías a la BMV: el grupo financiero Banbajío y la tequilera José Cuervo. Desde su entrada, las acciones de las dos empresas se han apreciado significativamente, pero no podrán compensar la probable partida de OHL y Maseca del mercado. Aunque estas salidas responden a una decisión de sus matrices y no necesariamente al desempeño de la bolsa, es una pérdida de aproximadamente 23 mil millones de pesos en acciones.

Los negocios en tiempos de la volatilidad

El reto no recae en la complejidad de los factores expuestos, sino en que el clímax de todos ellos será en las mismas fechas en las que también ocurren eventos como las elecciones presidenciales y las pláticas del TLCAN.

“La economía ha estado reaccionando mucho a los eventos políticos y geopolíticos, tanto en México como en el mundo”, explica la economista de CitiBanamex; y es precisamente la combinación de estos dispares elementos lo que genera mayor volatilidad e incertidumbre. El mercado mexicano, y sus integrantes, deberían practicar cautela durante los próximos meses y esperar un tenso ambiente económico hasta pasadas las elecciones de 2018.