Por: Redacción/

Desde el inicio de este año, la Universidad Nacional mostró su carácter solidario y propositivo ante las políticas xenofóbicas del presidente estadounidense, Donald Trump, y su determinación de cancelar el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).

La UNAM llevó a cabo un plan de acción con siete estrategias para apoyar a jóvenes mexicanos (dreamers) que pudieran ser deportados, y a quienes se garantizaría continuar sus estudios en universidades y escuelas en nuestro territorio.

Se emitió la declaración “La UNAM por México”, encabezada por el rector Enrique Graue y el colegio de directores, quienes marcharon por las calles de la Ciudad de México y llamaron a la unidad, la reflexión plural y la búsqueda de alternativas para fortalecer a las instituciones ante la xenofobia.

Esta actitud decidida recibió pronto apoyos solidarios de la Asociación de Universidades Públicas de Estados Unidos (APLU), en contra de las nuevas políticas migratorias; de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL), así como un manifiesto de 475 académicos de instituciones académicas estadounidenses.

Las diversas sedes de la UNAM en la Unión Americana, en alianza con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), universidades estadounidenses y organismos defensores de migrantes, además de la Fundación Slim, impulsaron mecanismos para facilitar la ciudadanización de migrantes mexicanos en aquel país.

Adicionalmente, y en el mismo marco, la UNAM creó y entregó por primera ocasión el “Reconocimiento Alfonso García Robles para Labores Destacadas en Favor de Personas Migrantes” a Kalman D. Resnick, Dolores Huerta, Angélica Salas, Eric Garcetti y a la American Civil Liberties Union.