Por: Patricia Ramírez

La contaminación de plástico en mares está presente en todo el mundo, desde Indonesia hasta el Polo Norte afectando a especies marinas y terrestres, por lo que el Programa de la Organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estima que para 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos, a menos que se disminuya el consumo de productos elaborados con bolsas o botellas de dicho material.

Para evitar que las estadísticas se cumplan, a principios de este año durante la Cumbre Mundial del Océano, PNUMA lanzó la campaña #Mareslimpios para motivar a los países a establecer políticas que reduzcan el uso del plástico, principalmente aquellas que regulen los empaques de plástico por parte de las industrias y hacer campañas que inviten a la población a cambiar sus hábitos de consumo.

“La campaña #Mareslimpios ya ha logrado importantes victorias para los océanos, pero el trabajo está lejos de terminar. Para 2022, pretendemos alcanzar la prohibición global de las microperlas en los productos de cuidado personal y los cosméticos y una drástica reducción en la producción y uso de plástico de un solo uso”, expresó Petter Malvik, Oficial de Comunicaciones del PNUMA.

El problema no sólo es para los animales, también está llega a las personas por medio del consumo de especies marinas afectadas.

El próximo 5 de junio se realizará la Conferencia Oceánica en Nueva York, donde participaran Estados miembros para tratar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 que consiste en evitar la pobreza y desigualdad sin afectar al medio ambiente, además de debatir las acciones necesarias para evitar más contaminación en océanos y mares.