Por: Javier Bárcenas/

El próximo secretario de la Defensa Nacional debe ser respetuoso de los derechos humanos y no debe estar ligado por ningún motivo al caso Ayotzinapa, en donde aún no se hace justicia, por lo que el presidente electo, Andrés Manuel Lopez Obrador, debe ser cuidadoso en la selección.

Así lo señaló el líder perredista Guadalupe Acosta Naranjo, quien dijo que quien este frente de las fuerzas armadas tiene que ser respetuoso de los derechos humanos, sin duda un propio militar que esté al frente, pero que nadie esté ligado al caso de Ayotzonapa.

“Hasta ahora entiendo que uno de los militares era uno de los encargados de la zona militar cuando ocurrieron las cosas en Guerrero.

“Por lo tanto eso debería ser muy revisado por el próximo presidente electo, espero que tenga sensibilidad siendo un tema delicado y que no se ha resuelto y sigue como un asunto pendiente de nuestro país”.

Lo anterior es resultado de la información divulgada de que dos de los militares implicados en caso Ayotzinapa podrían encabezar SEDENA, mismos que estuvieron involucrados en la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, los cuales podrían quedar al frente de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Se trata del actual Subsecretario de la SEDENA, Roble Arturo Granados Gallardo, y el Jefe del Estado Mayor, Alejandro Saavedra Hernández, mismos que son impulsados desde la misma oficina de Salvador Cienfuegos Zepeda.

Justamente a cuatro años de la tragedia de Ayotzinapa, estos dos generales pareciera que serán premiados, pese a que Saavedra Hernández estuvo a cargo de la 35 Zona Militar en Chilpancingo y era jefe del 27 Batallón de Infantería, con sede en Iguala, Guerrero, cuando ocurrieron los hechos del 26 de septiembre de 2014, y su superior inmediato era Granados Gallardo.

Y a ambos militantes se les cuestiona por no haber rescatado a los estudiantes.

Será en los próximos días cuando el presidente electo Andrés Manuel defina quien será electo el Secretario de la Defensa Nacional, lo que podría significar otro severo cuestionamiento al nuevo gobierno.

Recordemos que los padres de los 43 de Ayotzinapa ya le habían reclamado su postura endeble ante estos hechos.

La elección de cualquiera de estos dos generales significaría una afrenta para los dolidos padres y para millones de mexicanos que fueron testigos de cómo desaparecieron a 43 estudiantes.

Ademas el gobierno de López Obrador daría continuidad a la posición de Enrique Peña Nieto, quien apoyó el cuestionable resultado de la investigación hecha por la PGR y que se llamó “La verdad histórica”.

Con esta posible decisión, el gobierno mexicano quedaría sumamente cuestionado en cuanto a la impartición de justicia y la garantía de los derechos humanos, pues recordemos que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que se concretó bajo un acuerdo del Estado mexicano, los padres de las víctimas y la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, cuestionó la versión de la PGR conocida como “verdad histórica”.