Por: Redacción/

El diputado José Hugo Ángel Olvera lamentó la omisión del gobierno mexicano con los derechos laborales, al no ratificar el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo referente a mejores condiciones laborales para empleadas y empleados domésticos, pues en los hechos evidencia con ello que todos los discursos oficialistas a favor de éste y otros grupos económicos es pura demagogia y que ello se traducirá en más deterioro de su calidad de vida.

El legislador perredista recordó que, entre otros actores interesados en el tema como el CONAPRED y la CNDH, él exhortó al presidente Enrique Peña Nieto a ratificar dicho convenio a más tardar el pasado 30 de abril a fin de avanzar en acciones a favor de este sector, entre ellas de carácter legislativo y de sindicalización, de modo que en el mediano y largo se tradujeran en mejor calidad de vida para los trabajadores.

El gobierno de Peña Nieto se abstuvo de dicha ratificación y, sin embargo, con motivo de las conmemoraciones del Día Internacional del Trabajo presumió logros inexistentes en materia de recuperación salarial, creación de fuentes de trabajo, seguridad social y mejor calidad de vida para los trabajadores.

Más allá de que los supuestos logros fueron desmentidos en multitudinarias manifestaciones, marchas y mítines por integrantes y dirigentes de sindicatos, centrales y organizaciones de trabajadores, lo cierto es que la omisión gubernamental a ratificar el Convenio 189 preserva la violación de derechos de las y los trabajadores domésticos, lo que inevitablemente seguirá traduciéndose en condiciones de vida cada vez de menor calidad para ellos y sus familias.

Ángel Olvera señaló que esto no es menor si se considera que en el país hay más de dos millones 300 mil trabajadoras y trabajadores del hogar, 95 por ciento de los cuales son mujeres, quienes a su vez representan 10 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) femenina.

Además, de ese total de trabajadoras y trabajadores, 92 por ciento carece de seguridad social y 97 por ciento no tiene acceso a servicios médicos, lo que los condena a vivir con dolencias por falta de ingreso suficiente para atenderse con particulares o a destinar grandes proporciones de su ingreso para acceder a los servicios correspondientes, pero sacrificando con ello la satisfacción de otras necesidades familiares.

Para dar idea de lo que esto significa, el parlamentario perredista refirió que el sueldo de una trabajadora del hogar ronda los dos salarios mínimos diarios (167 pesos) y jornadas de hasta 12 horas, lo que claramente implica insuficiencia de recursos para enfrentar el mayor deterioro de las capacidades físicas y de salud.

La falta de interés, la negligencia y hasta la indolencia del gobierno priista de Peña Nieto ante la situación de este grupo de trabajadoras y trabajadores, así como de gran parte de la clase trabajadora en general -dijo Ángel Olvera-, no hace más que agravar la situación de todos ellos.

“Ojalá -agregó- quienes encabecen próximamente a los poderes Ejecutivo y Legislativo de nuestro país cambien radicalmente esta actitud, pues no es humano ni posible social, económica y políticamente seguir con esta tendencia”.