Por: Patricia Ramírez/

Luis Raúl González Pérez, Ombudsman Nacional, afirmó que la protección de la salud no es una concesión de los gobiernos, sino un derecho humano, en el cual no deben interferir las desigualdades sociales, de género, étnicas y de clase, principalmente en mujeres indígenas, que representan uno de los grupos más afectados.

Durante la presentación del informe “El Derecho a la Protección de la Salud de las Mujeres Indígenas en México. Análisis Nacional y de Casos desde una Perspectiva de Derechos Humanos”, González Pérez expresó la necesidad de contar con un presupuesto con perspectiva de derechos humanos para beneficiar a los grupos vulnerables.

Asimismo, declaró importante la atención a pueblos y comunidades indígenas, las cuales por su lejanía tienen dificultades para acceder a los servicios de salud, para lo cual es necesario destinar recursos a estas regiones con el propósito de disminuir la mortalidad materno-infantil, otorgar atención médica calificada y con perspectiva de género a la dignidad y derechos humanos.

Además, algunas de las causas señaladas por el Ombudsman Nacional sobre las causas de afectación de enfermedades crónicas, infecciosas y de transmisión sexual, son la pobreza, marginación social, falta de oportunidades, rezago educativo, difícil acceso a la información, servicios públicos de salud deficientes y hábitos alimenticios basados en la ingesta de azúcares.

“La importancia del respeto a la dignidad de las mujeres indígenas, evidenciando que la protección de la salud tiene relación con el goce y ejercicio de los derechos a la igualdad y no discriminación, la integridad personal, el trato digno, la alimentación, la educación y la adecuada procuración de justicia”, afirmó.

En el informe presentado se realiza un análisis de los retos y avances en el reconocimiento del derecho a la salud de mujeres indígenas y la implementación de programas y políticas para mejorar su inclusión en el sector.