Por: Redacción/

Quienes producen películas son conscientes de que el cine es concebido como un trabajo colectivo, pero ¿saben que todos quienes participan en la realización del filme se convierten en autores del mismo y por lo tanto tienen derechos legales sobre de él? y ¿que para que la película llegue con éxito a su corrida comercial, venta internacional y a plataformas digitales, el productor debe tener todos los derechos de autor y patrimoniales?.

Interesados en que las películas mexicanas se produzcan con legalidad y evitar todos los obstáculos que puedan frenar su realización, los organizadores de MICA – Mercado Industria del Cine y el Audiovisual-, invitaron a la productora Mónica Lozano y al abogado experto en litigios de derecho de autor, Luis Schmidt, para orientar a los realizadores sobre el tema.

“Pocos productores nos acercamos a conocer en esencia qué es el derecho de autor; debemos acercarnos a conocer las leyes cinematográficas en nuestro país o difícilmente vamos a saber cómo proteger y disponer de nuestra obra cinematográfica”, invitó Mónica Lozano a sus colegas antes de iniciar con su ponencia.

Como primer paso, la productora enmarcó la diferencia que la ley hace entre una obra cinematográfica y una película, “podríamos pensar que es lo mismo, pero ante la ley no lo es, la primera se concibe como un grupo de imágenes en movimiento que puede o no estar sonorizada, resultado de un guion y esfuerzo coordinado de dirección. Y la segunda se entiende hasta el momento en que sevexhibe en una sala cinematográfica”.

Y es justo en el primer momento, en el de una obra cinematográfica, en que Lozano enfatizó, “es un esfuerzo coordinado de dirección, esto qué quiere decir, que todos quienes participan en la realización de la película, dígase fotógrafo, editor, músico, sonidista, director, guionista, se convierten en autores del filme y por lo tanto tienen derechos legales y patrimoniales sobre de él”.

En ese sentido, Mónica Lozano exhortó a los productores a “comprobar que tienes el derecho para producir una obra cinematográfica, ya sea a partir de un guion, de un libro, de un argumento. Segundo, hay que asegurarnos de proteger los derechos de remakes, precuelas y secuelas de la película; y tercero, debemos ser muy específicos con los contratos y asegurarnos que los otros autores de la obra te han cedido sus derechos, de no ser así, la película difícilmente va a llegar a salas comerciales o a venderse, incluso podría no terminarse”.

Para orientar a evitar los obstáculos legales que Mónica Lozano puso sobre la mesa, intervino el Licenciado en Derecho, Luis Schmidt, quien se ha dedicado a la práctica jurídica en las industrias del entretenimiento, arte, editorial, cultura y medios; además de ser un experto en litigios de derecho de autor. Comenzó por asegurar que “los realizadores mexicanos poco consideran tener un abogado desde el proceso de preproducción de la película, la mayoría se esperan a tener un problema legal encima, no debe ser así”.

Además, el profesional recomendó que el abogado que asista a la producción debe estar especializado en derechos de autor para asegurase de no dejar cabos sueltos, “se debe dar un tratamiento para recolectar todos y cada uno de los derechos de autor de quienes participaron en la película, existen tres consideraciones básicas para evitar problemas legales”.

1. Hacer una obra por encargo (La película es 100% del productor, por lo tanto los derechos de autor son suyos)
2. Que se cedan los derechos de la obra cinematográfica (comprarlos)
3. Conseguir una licencia (rentar los derechos de autor)

“Hay una cuarta, que es estar en una posición como productor de no tener que pedir autorización, esto comprobando que tu trabajo cinematográfico surge a través de una naturaleza periodística; asegúrense de echar mano de estas cuatro consideraciones, asesorados por un profesional y podrán producir las películas que quieran sin ningún obstáculo legal”, concluyó Luis Schmidt.