Por: Redacción

El Presidente de la Unión Nacional Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía Social, Javier López Macías, se pronunció a favor de la creación del Consejo Nacional para el Rescate del Maíz Nativo como lo propone la Universidad Autónoma Chapingo a fin de rescatar y proteger este grano mexicano.

Esto porque, advirtió, el crecimiento desordenado en la Ciudad de México, el abandono del campo y el escaso presupuesto a la agricultura propiciaron que en los últimos 30 años se redujera el área dedicada al cultivo del maíz en 8 mil hectáreas y, además, actualmente los alimentos que se consumen en la CDMX el 80% son cultivados en otras entidades del país o se importan.

Alertó el maíz nativo del Valle de México corre el riesgo de desaparecer ya que de las 12 mil hectáreas de cultivo que había en los años ochenta, ya sólo existen menos de 4 mil.

La producción de maíz nativo de la Cuenca del Valle de México se ha visto mermada considerablemente, alcanzando un récord no mayor de 400 mil toneladas al año, lo que representa que sea uno de los productos más afectados por el abandono del campo.

El dirigente de UNIMOSS precisó que la población económicamente activa ocupada en actividades agropecuarias asciende a alrededor de 16 mil personas distribuidas en 11 mil 543 unidades de producción familiar, mientras que unas 22 mil 800 hectáreas de tierra se dedican a la producción de cultivos principalmente en las Delegaciones Tlalpan, Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco. Producen maíz, frutales, hortalizas y animales para consumo familiar.

A juicio de Javier López Macías, la pérdida de suelo agrícola junto con la deforestación ha tenido efectos multiplicadores en el entorno ambiental por lo que la biodiversidad se ha visto afectada por el proceso de expansión urbana hacia el campo principalmente por dos factores: Primero, por las políticas de desarrollo rural que no han generado condiciones óptimas que dinamicen al sector agrícola local y con ello arraiguen a su población; y segundo, por las políticas de desarrollo urbano que se han caracterizado por ser deficientes en materia de control y ordenamiento territorial-urbano, priorizando a grupos inmobiliarios.

Estas acciones afectó la parcela que produce el maíz nativo, producto alimenticio que forma parte de la canasta básica y que es utilizado, entre otros, para la producción de almidones y como insumo para la elaboración de aceites, barnices, pinturas, caucho y jabones.

 

Ante esta situación que se enfrenta en la agricultura de la Ciudad de México, planteó rescatar el maíz nativo, y para ello urgió una reorientación del gasto público que se destine al campo; generar políticas públicas idóneas a las necesidades de los campesinos y productores; no aplicar recortes de gasto público en programas sociales y productivos; no despojar a campesinos y productores de tierras y aguas por parte de autoridades o grandes empresas inmobiliarias, así como no cancelar programas de apoyo técnico y de investigación.