Por: Redacción

El bajo desempeño en la innovación y el desarrollo tecnológico ha impactado de manera decisiva en la economía de los países latinoamericanos, ya que es latente la falta de políticas articuladas y esto se refleja en la informalidad y los débiles vínculos entre el quehacer universitario y el empresarial para alimentar el flujo de conocimientos tecnológicos.

Así lo afirman Alenka Guzmán, Gabriel Yoguel e Ignacio Llamas, coordinadoras del libro Innovación en América Latina. Argentina, Colombia y México, editado por la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana.

Los autores explican que el rezago que se muestra en el crecimiento y competitividad de los países de América Latina pone al descubierto deficiencias que recaen en buena medida en los pocos esfuerzos destinados a impulsar la innovación y el desarrollo tecnológico; en un mundo globalizado como el actual, se exige incorporar el progreso tecnológico al sector productivo.

Los economistas responsables de esta publicación sostienen que la producción industrial y las exportaciones de los países latinoamericanos y del Caribe se han caracterizado por contar con un tenue contenido tecnológico en comparación con los países industrializados, lo que frena la productividad y el crecimiento económico, por lo que las brechas que se mantienen respecto de los países desarrollados son significativas, lo que plantea un mayor desafío de modernización tecnológica.

Los académicos refieren que un factor importante es la difusión tecnológica de los países más avanzados hacia países en desarrollo para lograr mejores patrones de competencia; la imitación de tecnología puede favorecer en gran medida sus tasas de crecimiento.

Aunque, reconocen, que no todos los países tienen la capacidad de absorber la tecnología extranjera debido a que están desprovistos de los recursos adecuados.

Las capacidades sociales para aplicar nuevas tecnologías son las que posibilitan un verdadero crecimiento económico, para lo cual es imprescindible reformar las instituciones para la innovación en el plano social.

Los investigadores consideran que éste sería un primer paso para fortalecer la economía en expansión; por tanto, la acción de los gobiernos es esencial para crear un entorno favorable para las innovaciones.

Las derramas del conocimiento tecnológico derivado de la investigación y desarrollo impactan directamente en su desarrollo económico; por ello, es tarea necesaria la promoción de capacidades de aprendizaje, de imitación y de innovación, dentro de un marco de articulación de políticas industriales, educativas, financieras, de propiedad intelectual y regulatorias en general, aunadas a una estabilidad macroeconómica.

En la introducción, los autores explican que el objetivo de los estudios que integran esta obra es abordar la reflexión, el análisis y las propuestas de políticas sobre innovación sistémica que incluyan a las instituciones, los ámbitos tecnológicos, sectoriales y sociales.

El libro integra cuatro secciones que refieren la reflexión teórica y la evaluación de los sistemas nacionales de innovación, la innovación en el sector manufacturero, sectorial y la institucional y social. Su fundamento se explica en un paradigma que cita: “En donde es débil la actividad inventiva, la investigación se vuelve inaplazable”.