Por: Redacción/

El Secretario General participó en un debate sobre la responsabilidad de proteger en el que unos 80 oradores coinciden en la importancia de aumentar la capacidad de los Estados para salvaguardar a sus civiles, aunque existen discrepancias con respecto a la acción internacional ya que algunos la consideran una injerencia externa en asuntos internos.

Además, a menudo se cuestiona la posibilidad de los dobles estándares y del uso selectivo del principio de la responsabilidad de proteger.

A este respecto, Guterres aclaró que sólo cuando las vías pacíficas son inadecuadas y las autoridades nacionales estén fallando abiertamente en la protección de su población, esa responsabilidad podría devenir colectiva.

La responsabilidad de proteger no genera un nuevo mecanismo de intervención o coerción

“En este punto debemos ser claros: la responsabilidad de proteger no genera un nuevo mecanismo de intervención o coerción”, puntualizó.

Compromiso unánime
Recordó que los líderes globales respaldaron de manera unánime la responsabilidad de proteger durante la Cumbre Mundial de 2005, una década después de los genocidios de Rwanda y Srebrenica.

Para Guterres, ese compromiso dejó claro el imperativo de redoblar los esfuerzos por proteger a la población como comunidad internacional.

En la actualidad, agregó, adherirse a ese compromiso es más necesario que nunca dados los crímenes atroces que se cometen con una ferocidad y magnitud no observadas en años, que ignoran por completo las leyes internacionales humanitarias y de derechos humanos.

Ningun crimen es ´inevitable´ ni es subproducto de un conflicto

“Ninguno de esos crímenes es ´inevitable´ ni es subproducto de un conflicto. Todas las atrocidades son evitables y nunca pueden justificarse”, afirmó el líder de la ONU.

La responsabilidad de proteger requiere del entendimiento y confianza mutuos y debe tener como único propósito poner fin a la violencia contra los civiles inocentes.

Acción rápida y preventiva
Asimismo, precisa de una acción rápida, preventiva y diplomática antes de que las situaciones escalen y se salgan de control.

Guterres insistió en sus propuestas de fortalecer las capacidades de los Estados mediante evaluaciones de riesgo y políticas adecuadas ante las vulnerabilidades.

También llamó a ampliar la participación de la sociedad civil para mejorar las alertas tempranas y asegurar la eficiencia de las instituciones de derechos humanos, y conminó a los Estados a ratificar los instrumentos internacionales referentes a la prohibición y prevención de crímenes y violaciones de derechos humanos.

En su opinión, las organizaciones regionales son otro actor clave para apoyar a los gobiernos en los casos de riesgo o antecedentes de atrocidades.

Finalmente, el Secretario General refrendó el compromiso de la ONU de asistir a los Estados miembros en la defensa de los derechos humanos, el fortalecimiento y cohesión de sus sociedades y el refuerzo de sus instituciones.