***El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, condenó el atentado suicida cometido contra el Hospital Civil, en Quetta, Pakistán

Por: Redacción

Esta mañana, un hombre cargado de explosivos se inmoló en la entrada de emergencias de ese centro médico de la provincia de Baluchistán. Al menos 70 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas.

Se trata del segundo atentado más letal cometido en Pakistán este año, después del ataque suicida que a fines de marzo mató a 75 personas, entre ellas muchos niños, en un parque de Lahore (este), donde la minoría cristiana celebraba la Pascua. El ejército se desplegó en los hospitales de la ciudad y en sus alrededores, según las autoridades.

El primer ministro de Pakistán, Muhammad Nawaz Sharif, condenó la explosión y el tiroteo registrados en el hospital civil en Quetta, y expresó su profunda tristeza y la angustia por la pérdida de valiosas vidas humanas.

 Asimismo, Nawaz Sharif pidió a las autoridades competentes mantener la vigilancia y reforzar la seguridad de la comunidad jurídica y los miembros de la sociedad civil.

La explosión lesionó a varios abogados y periodistas que acompañaban al ex presidente de la asociación de esa profesión, Bilal Anwar Kasi, quien había sido transportado a ese nosocomio para recibir atención tras un atentado por desconocidos que lo mató, informó la policía local, y dijo que los atacantes abrieron fuego después de la explosión que se produjo cerca de la sala de urgencias del hospital.

La mayoría de los heridos son abogados y periodistas que habían llegado al hospital cuando escucharon la noticia del ataque al abogado de alto nivel. Las autoridades declararon estado de emergencia en los hospitales de Quetta.

Tanto la milicia del Estado Islámico (EI)  como una facción de los talibanes reivindicaron la responsabilidad y autoría del ataque.

A us vez. el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, condenó el atentado suicida cometido contra el Hospital Civil, en Quetta, Pakistán, que según cifras preliminares causó la muerte de 70 personas y dejó más de cien heridos. En un comunicado subrayó que un ataque dirigido de manera específica a los enfermos en un hospital es especialmente aberrante y pugnó por que se juzgue a los autores.