Por: Redacción/

Dos expertos en derechos humanos de la ONU han pedido al gobierno de EEUU que detenga la ejecución de un ciudadano mexicano.

Rubén Cárdenas Ramírez, de 47 años, fue condenado a pena de muerte en 1998 por el asesinato de su prima de 15 años, ocurrido un año antes.

Su ejecución está prevista para el 8 de noviembre a las 6 de la tarde, hora del centro de Estados Unidos.

Los expertos de la ONU tienen dudas de que recibiera un juicio justo y dicen que si la ejecución sigue adelante “el gobierno de Estados Unidos habrá aplicado la pena de muerte sin haber cumplido con los estándares de derechos humanos”.

“Sería equivalente a una privación arbitraria de la vida”, aseguran en un comunicado.

Por ello, piden que la sentencia se anule y que Cárdenas tenga un nuevo juicio que cumpla con los estándares internacionales de debido proceso y juicio justo.

Cárdenas no tuvo acceso a un abogado durante 11 días tras ser detenido. Algunas de las declaraciones que hizo durante ese tiempo fueron usadas por los fiscales durante el juicio. Como ciudadano mexicano, Rubén Cárdenas tenía derecho a ponerse en contacto con el consulado de México para recibir asistencia “sin retraso alguno” después de su detención (artículo 36 de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares). Sin embargo, no le informaron de este derecho. Lo interrogaron y finalmente confesó, sin asistencia consular y sin un abogado que lo asesorara.

En 2004, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) resolvió que Estados Unidos violó la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares en el caso de Rubén Cárdenas y pidió al gobierno que reconsiderara el caso y la condena. La Comisión Interamericana de Derechos humanos también ha pedido un nuevo juicio.