Por: Redacción

El Pleno de la ALDF aprobó por unanimidad el punto de acuerdo que presentó el coordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano, Armando López Campa, para solicitar al Congreso de la Unión la creación de una Comisión que atienda el grave problema de contaminación en el Río Sonora, así como establecer una mesa de diálogo para la reubicación del gasoducto que se construye sin el consenso de las etnias yaquis en aquella entidad, a efecto de detener la degradación del medio ambiente, proteger el patrimonio cultural de México y a favor de la salud de la población.

En Tribuna, el legislador de MC recordó que el 6 de agosto de 2014, una falla en la tinajas de la mina Buenavista del Cobre provocó un derrame de 40 mil metros cúbicos de ácido de sulfato de cobre en el Río Sonora, lo que provocó que fueran contaminados el arroyo Tinajas, el Río Bacanuchi y el Río Sonora, además de siete municipios, en los cuales vivien más de 24 mil personas que se quedaron sin acceso a agua potable, agravados además por el cierre de 322 pozos.

Aseguró que ante esta insuficiencia observada por los artefactos por el derrame, pobladores emprendieron acciones legales tanto individuales como colectivas, con las que buscan el resarcimiento de los daños.

López Campa remarcó que la SEMARNAT determinó que el derrame de desechos tóxicos en los ríos Bacanuchi y Sonora, podría representar el peor desastre medioambiental en México.

Por su parte, la CONAGUA reconoció que en los ríos afectados se encontraron substancias tóxicas como arsénico, cadmio, cromo, plomo, cobre, aluminio y fierro, por encima de la norma ecológica y de salud humana, mientras que la PROFEPA ordenó a la empresa minera limpiar el producto del derrame en el cauce de ambos ríos afectados.

Indicó que a dos años del derrame de ácido por parte de una minera del Grupo México en el Río Sonora, los afectados acusan que los daños persisten y que las acciones de remediación han resultado insuficientes, por lo que promueven acciones colectivas para forzar a la empresa a reparar el medio ambiente y a indemnizar a quienes han visto mermada su salud y actividades productivas.

Hizo énfasis en que sin políticas claras que regulen la normatividad de las actividades industriales y de servicios que degradan, devastan y alteran los ecosistemas naturales en el estado de Sonora, las substancias tóxicas vertidas al Río Sonora, han dañado la biodiversidad del río, deteriorando las tierras de cultivo, y privado de agua potable alrededor de 30 mil familias a lo largo del cauce, y a una tercera parte de las familias de la ciudad de Hermosillo que es suministrada por la presa El Molinillo.

“Por ello, es indispensable que el Congreso de la Unión constituya una Comisión amplia y plural integrada por legisladores, funcionarios, especialistas y ciudadanos para que supervisen el cumplimiento de los acuerdos alcanzados para detener la degradación del Medio Ambiente ocasionados”, señaló.

Por otro lado, denunció que la comunidad Bacum de la etnia de los Yaquis han visto perturbando su modo de vida y convivencia con la obra de instalación del Gasoducto sobre los Centros Ceremoniales y poblacionales Yaquis, y ni las autoridades federales  ni locales, han podido evitar que la empresa contratista continúe su construcción.

“La Comisión debe abrir espacios de diálogo con autoridades y empresas; buscar la reubicación del gasoducto por la parte norte de la zona Yaqui, además de negociar un porcentaje de utilidad a las comunidades yaquis, que represente un beneficio real para la población”, puntualizó.