Por: Redacción /

La educación superior en México enfrenta varios retos debido a que la participación del Estado sigue siendo indefinida y a que la Constitución establece que el gobierno debe encargarse de otorgar enseñanza universal gratuita, pero al mismo tiempo debe actuar sólo como supervisor en la igualdad de oportunidades, es decir, no queda claro cuál es su papel en términos de financiamiento, afirmó el doctor Alejandro Márquez Jiménez.

A esto se suma la complicada estructura de ingresos estatales, ya que por ejemplo en 2017 el Presupuesto de Egresos de la Federación para el sector fue de 23.8 por ciento, sin embargo 6.6 por ciento está etiquetado como gasto no programable por ser recursos comprometidos para otros rubros, quedando un total de 17.2 por ciento, del cual únicamente una quinta parte se destina de manera efectiva, ya que el resto corresponde al pago de salarios y demás funciones, explicó el académico del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Al impartir la ponencia Financiamiento de la educación superior en México: el costo de la educación y el concepto de gratuidad, refirió que la política pública implementada en casi todos los sistemas educativos del mundo comprende una combinación de participación de recursos, tanto públicos como privados, una tendencia que se ha hecho más fuerte en las últimas décadas.

En el contexto nacional se ha difundido que la instrucción pública en la percepción generalizada se considera de baja calidad, siendo que la reducción de los recursos del Estado provocó que las universidades públicas disminuyeran su ritmo de crecimiento desde mediados de 1980 en el país, favoreciendo el crecimiento de la oferta privada, esto debido a recomendaciones internacionales hechas a partir de la década de los noventa del siglo pasado.

En el II Seminario Mercados, privatización y gestión en la educación superior en México explicó que lo anterior se deriva de una exigencia por garantizar que el Estado dote de manera equitativa de educación a la población, dando prioridad al nivel básico por ser al que se tiene mayoritariamente acceso.

Convocado por el cuerpo académico Estrategia y Desempeño de las Organizaciones del Departamento de Producción Económica, el Laboratorio de Análisis Institucional del Sistema Universitario Mexicano y la Maestría en Desarrollo y Planeación de la Educación de la Unidad Xochimilco, Márquez Jiménez manifestó que en particular este rubro se coloca como uno de los más relevantes en las familias, puesto que les permite acceder a una mejor calidad de vida.

Varios estudios arrojan que gran parte del presupuesto familiar se destina a la educación de sus hijos en instituciones privadas, sobre todo a nivel superior, aunque también la gente con menores recursos debe aplicar mayores esfuerzos para conseguir opciones de mayor calidad, debido a los costos que implican la matriculación y la asistencia escolar.

No obstante, “cualquier investigador en ciencias sociales sabemos la correlación que hay entre el nivel del rendimiento escolar y la estructura social, porque invariablemente son factores que benefician o perjudican a un determinado grupo social”, indicó en la Sala Dr. Jaime Kravzov Jinich de la Unidad Xochimilco de la UAM.

Además la tasa de desempleo afecta a los más jóvenes, pero que a mayor edad obtienen buenas oportunidades laborales según su escolaridad y grado de permanencia en un puesto, “pero se ha colocado como algo opcional el apoyo a las universidades por el Estado”.

También, dijo, se ha dejado que las fuerzas del mercado actúen sobre este rubro en los intereses privados, en Chile, por el contrario, existen becas, créditos educativos y otras subvenciones por parte del gobierno incluso para instituciones privadas, a lo que se suman donaciones de empresarios, entre otras acciones que se promueven mediante la exoneración de impuestos.

Existe una serie de pluralidades que en otros países de Latinoamérica y del mundo se están aplicando con resultados fructíferos, como son los casos de Argentina o Gran Bretaña, “y organizaciones como Vamos México o Mexicanos Primero que están jugando un papel fundamental para encaminarnos en un mejor rumbo”, concluyó.