Por: Redacción/

El presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Ernesto Javier Cordero Arroyo, señaló que es fundamental la presencia del Consejo Mexicano para el Desarrollo Rural Sustentable “porque nos permite conocer de primera mano los temas que les inquietan”, a fin de que esta Cámara sea sensible a esas preocupaciones y tome una decisión sustentada.

Cordero Arroyo consideró que el sector agropecuario ha sido favorecido con el TLCAN, el país “se ha venido transformando gracias a la apertura comercial y a la posibilidad de acceder al mercado de Norteamérica, con la facilidad con la que lo hace el Tratado de Libre Comercio”.

Indicó que para el Senado de la República y las secretarías de Agricultura y Economía, el sector agropecuario es fundamental, al que hay que proteger y desarrollar “para ser puntal del desarrollo del país”.

En la reunión de trabajo, convocada por la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte, el senador Ernesto Cordero Arroyo, resaltó la relevancia de conocer las inquietudes del sector primario mexicano respecto a la modernización del TLCAN, y de establecer el compromiso de interactuar constantemente con el Consejo Mexicano para el Desarrollo Rural Sustentable.

La senadora Marcela Guerra Castillo, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte, afirmó que el sector agropecuario es de especial interés en la renegociación del Tratado, pues en las últimas décadas México “ha navegado” con éxito en su tránsito hacia una economía abierta.

Precisó que México se ha convertido en el doceavo productor de alimentos a nivel mundial, tan sólo en 2015 las exportaciones totales del sector fueron de 26 mil 700 millones de dólares, cifra mayor a la que el país recibe en divisas por concepto de petróleo, de turismo, e incluso de remesas.

Refirió que con Estados Unidos pasamos de comerciar 4 mil millones de dólares en productos agrícolas en 1994, a 24 mil millones el año pasado, lo que representa un crecimiento del 600 por ciento en 23 años de vigencia del Tratado.

Destacó que el acompañamiento que el Senado de la República está haciendo a las negociaciones del Tratado está orientado a defender el interés nacional, a renunciar a cualquier retroceso y a maximizar los beneficios a partir de lo que puede funcionar mejor.

El senador Héctor David Flores Ávalos, presidente de la Comisión de Asuntos Fronterizos Norte, consideró que el campo es el sector donde ha habido una mayor deuda en términos de reflejar los beneficios a los bolsillos de los pequeños productores, por ello, es necesario hacer una revisión puntual de programas, apoyos y normas.

En tanto, el senador Fidel Demédicis Hidalgo, presidente de la Comisión de Desarrollo Rural, dijo que la exigencia de los productores mexicanos es que se retire el sector agropecuario del TLCAN, pues el campo mexicano está devastado. Además, dijo, la renegociación de este acuerdo comercial debe ser consultado al pueblo de México, porque se trata de un tema de trascendencia nacional.

El senador Juan Gerardo Flores Ramírez, del PVEM, comentó que hay millones de familias que dependen de los ingresos agropecuarios, lo que le imprime una connotación social muy importante en las discusiones comerciales que tiene que ver con este tema.

El senador del PRI, José Ascención Orihuela Bárcenas, destacó que la comercialización de diversos productos como la leche, carne de cerdo y granos ha crecido desde que se implementó el Tratado de Libre Comercio, a pesar de las condiciones difíciles que enfrentan los productores mexicanos.

Senadores de la República recibieron las propuestas del Consejo Mexicano para el Desarrollo Rural Sustentable, para impulsar el fortalecimiento del sector agroalimentario, en el marco de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

El maestro José Manuel Luna Calderón, director general de la Subsecretaría de Comercio Exterior, de la Secretaría de Economía, señaló que ante el resurgimiento del proteccionismo, se advierte el riesgo de un repliegue del multilateralismo, que tendría efectos adversos para la economía mundial y para economías abiertas como la mexicana.

La actual administración, sostuvo, ha sido enfática en que México no cierra sus mercados ante la competencia, sino que se prepara para enfrentarla mediante su actual red de tratados de libre comercio, acuerdos de promoción y protección recíproca de las inversiones y la implementación de reformas estructurales para ser más competitivos.

Salvador Aguayo García, coordinador de la Comisión de Comercio Nacional e Internacional del Consejo Mexicano para el Desarrollo Rural Sustentable, dijo que la modernización del TLCAN es una oportunidad para México, pero, su posible cancelación sería “una gran oportunidad” porque permitiría ver al interior del país e impulsar políticas públicas eficientes para reactivar la actividad productiva.

Manifestó que en el sector social y productivo del país “no hay temor” a la cancelación del Tratado, pues, con ello, se fortalecería nuestra actividad productiva y al pequeño productor y campesino.

Refirió que en México hay 5 millones de hectáreas abandonadas, por lo que pidió al Poder Legislativo impulsar políticas públicas eficientes para reactivar la actividad productiva interna. Dejó en claro que el gobierno federal y el Congreso deben contar con el aval del sector social y productivo del país en tema del TLCAN.

A su vez, Esteban Espinoza López, presidente de la Organización Frente Nacional para la Defensa del Campo Mexicano, expuso que las grandes diferencias que existen entre los productores mexicanos y sus contrapartes no fueron zanjadas, ya que se careció del apoyo gubernamental y el resultado fue desastroso en el medio rural.

En vez de disminuir la pobreza se incrementó, se agrandó la dependencia alimentaria, el rompimiento del tejido social creció tanto que ante la falta de oportunidades nos convertimos en exportadores de mano de obra, aumentó la desesperanza entre los jóvenes, quienes desgraciadamente han encontrado en el crimen organizado una falsa salida a sus aspiraciones de progreso.

Consideró que si se hubieran cobrado los aranceles durante el tiempo que se dio para igualar las condiciones del país con los vecinos del norte, ese dinero hubiera servido para potenciar el desarrollo del campo y renegociar el Tratado en mejores condiciones.

Víctor Manuel Abarca Salas, del Sistema Producto Apícola, alertó que “poderosas industrias norteamericanas”, como los productores de semillas transgénicas, buscan presionar a nuestro país para que utilice este tipo de productos, lo que representa una amenaza para los cultivos originarios y para las poblaciones de abejas.

En su turno, Rossana Teruggi Pereda, titular de la Red Nacional de Productoras y Empresarias Sociales, indicó que únicamente 10 por ciento de los apoyos, otorgados a los pequeños productores, son para mujeres, por lo que propuso que se incorporen estas medidas en el TLCAN a efecto de que el gobierno mexicano fortalezca la ayuda a este sector de la población.