Por: Redacción

Una velada memorable significó el primer encuentro en vivo entre el público transeúnte de la calle licenciado Primo de Verdad y el canto, en un recital del Ensamble 3E ofrecido desde las terrazas de la Casa de la Primera Imprenta de América, centro de extensión educativa y cultural de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

La soprano Alma González y el tenor Carlos Miguel Arriola, acompañados al piano por el músico Luis Avilés Stoffen, participaron en el programa Ópera desde los balcones, patrocinado por el Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México y que procura el acercamiento popular con ese género musical-teatral que data de 1650.

Durante poco más de una hora, González y Arriola alternaron interpretaciones ante decenas de jóvenes, adultos y niños seducidos por sus espléndidas voces y la intensa iluminación de la gala que impuso, en la majestuosidad de las antiguas edificaciones, la belleza del recinto universitario.

El festejo inició con la interpretación a los cuatro vientos de Quando men vo, de Giacomo Puccini capturando de inmediato la atención de los paseantes, incluidos los guardias del Palacio Nacional; prosiguió Una furtiva lágrima, de Gaetano Donizetti; E lucevan le stelle, también de Puccini; Mazurca de las sombrillas, de Federico Moreno Torroba, y Funiculi, funiculá, de Luigi Denza y Peppino Turco.

La segunda parte del recital estuvo consagrada a temas mexicanos y boleros de éxito mundial, entre ellos: Contigo en la distancia, de César Portillo de la Luz; Júrame, de María Grever; Besos robados, de Jorge del Moral, y Bésame mucho, de Consuelo Velázquez, entre otras.

Los jóvenes egresados del Conservatorio Nacional de Música coincidieron en señalar que la ópera es un género apreciado por el público –pese a que carece de apoyo de los medios de comunicación– pues su riqueza musical y las letras mueven las fibras más sensibles del ser humano.

Si bien su interpretación exige cualidades vocales, una sólida formación, pasión, constancia y entrega destacaron que lo más importante es transmitir sentimientos, por lo que llamaron a que la ópera sea difundida con el propósito de generar un público nuevo sensible a la música; las creaciones actuales sólo despiertan una excitación sin sentido, estimaron.