• El dejar que crezca el conflicto con autodefensas en las calles de Pantheló, le arrebata al PRD la oportunidad de gobernar, mientras que el gobernador Rutilio Escandón maneja con ingenuidad un conflicto que en su dermis sabe cuál es el origen y destino que busca para este municipio.

Por: Israel Mendoza Pérez-@imendozape/

Desde hace más de 20 días, en Pantelhó, Chiapas, se gesta una supuesta crisis de gobernabilidad con la amenaza de raspar al gobierno de Rutilio Escandón. Sin embargo, la tibieza para atender un tema de inseguridad, lo exhibe como un mandatario al que no lo tomó por sorpresa el levantamiento del grupo de autodefensa llamado “El Machete”. Su reacción lenta es señal de los intereses que se mueven entre el partido en el poder contra el PRD van de la mano con la agitación social en aquella región.

Las autodefensas recién nacidas rechazan combatir al gobierno, sino la ola de violencia que ha cobrado la vida de 200 personas, desapariciones forzadas y amenazas que han vivido desde hace 20 años. Pero es una línea delgada discursiva que, en este momento, se cruza entre la complicidad y la supuesta ingenuidad del gobernador chiapaneco. Mientras, el gobierno estatal se encarga de llevar a cabo los ideales de la cuatroté, toleró el crecimiento de grupos del crimen organizado de al menos tres cárteles en disputa por la plaza chiapaneca, el Jalisco Nueva Generación, del Pacífico y del Golfo.

El levantamiento de autodefensas y las acusaciones de un narcomunicipio es más sospechoso. Con toda su complejidad política, tensiones religiosas y marginación, Chiapas no estaba en el radar de problemas de delincuencia organizada como en algunas entidades del norte del país, sin embargo, el levantamiento de las autodefensas, al parecer, son un grito de guerra entre morenistas y perredistas. Bajo la atmósfera de un clima de hostilidad social. El desplazamiento de la sociedad y el cierre de caminos amenaza estrangular el arribo de alimentos a la región de Pantelhó. Pero eso es parte del uso bélico contra la sociedad.

Y es que, desde hace más de siete meses, en el estado se reportó la presencia de grupos armados en la región que utilizan la violencia como mecanismo de control. Además de que Pantelhó no es un caso aislado. Simojovel, Chenalhó, Oxchuc y Venustiano Carranza, son varios de los municipios que se encuentran en esta situación y que han dado pie al surgimiento de grupos armados que se ostentan como defensores de la comunidad, como es el caso de los autollamados “Los Machetes”.

Pantelhó se encuentra en crisis y agresiones de los grupos armados, sin que el gobierno estatal de Rutilio Escandón asuma un papel responsable de garantizar la paz. Sin embargo, de confirmarse las versiones de que se trata de un problema político-electoral entre Morena y el PRD, las autodefensas obedecen más a la batalla mediática por evitar que la alcaldía la ocupe el perredista Raquel Trujillo Morales, quien ganó el pasado 6 de junio.

El dejar que crezca el conflicto con autodefensas en las calles de Pantelhó, le arrebata al PRD la oportunidad de gobernar, mientras que el gobernador Rutilio Escandón maneja con ingenuidad un conflicto que en su dermis sabe cuál es el origen y destino que busca para este municipio.