Por: Redacción/

El Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, organismo de la sociedad civil que atiende la Línea Nacional contra la Trata de Personas, el 01800 5533 000, propone a las autoridades federales en la materia elaborar un padrón de contratistas y reclutadores de jornaleros como instrumento de protección para ayudar a prevenir la trata de personas con fines de explotación laboral.

Ante el inicio del periodo alto en los ciclos jornaleros y el arribo de miles de migrantes y trabajadores a los estados del centro y norte del país para las cosechas de temporada, estamos a tiempo de elaborar un registro de todas las partes que intervienen en el proceso de contratación, desplazamiento y obra de este sector de la población, afirmó la directora de Capacitación del Consejo y responsable de la Línea, Ruth Delgadillo Martínez.

El proceso del reclutamiento en muchas ocasiones se da con falsas promesas sobre las condiciones laborales, así como lo relacionado con las facilidades de traslado al campo, el alojamiento y las formas para atender las necesidades básicas, las condiciones en las que la familia estaría en caso de que deba viajar junto con la persona, las actividades a realizar y el tipo de campo; explicó.

En ocasiones el jornalero es atendido por más de una persona en este proceso, sin tener información clara y completa de quienes son, a veces solo se les identifica como el “contratista”, y de la relación que éstos tienen con la empresa que los contrata nada se sabe. Aunado a ello, al jornalero solo se le informa que el campo agrícola está ubicado en un estado, sin tener conocimiento de la dirección completa del lugar y/o el nombre del mismo o de la razón social de la empresa.

Son estas condiciones las que van construyendo el riesgo ante el delito de trata de personas, más aun, la necesidad de trabajar hace que el jornalero normalice muchas de estas situaciones, y esto conlleva a tener como certeza solo la confianza ante quien los contrata o el temor de quien lo hace, lo cual no les permite a los afectados pedir respuestas o mayor información.

Si en algún momento la persona decide no continuar con el proceso surge algún tipo de amenaza y/o una deuda por cubrir, visualizando como única alternativa seguir con el proceso, confiando en que las promesas se cumplirán, por ende, se desconoce si la intención es la explotación, aunque la experiencia nos dice que esto es lo más probable que ocurra, abundó.

Ante este escenario, destacó, es la propuesta de tener un padrón de los contratistas o reclutadores y de las empresas que ofrecen este servicio, lo cual ayuda a que se apeguen a un sistema normativo que garantice la legalidad de una oferta laboral, pues deben cubrir requisitos para estar ahí, como parte de una estrategia de prevención del delito y de facilitar el acceso al trabajo de manera segura.

También será fundamental que estos censos sean públicos y transparentes, principalmente para que la persona que busca emplearse pueda tener acceso a información que le permita tomar decisiones que le den certeza y seguridad, con ello estaríamos fortaleciendo el Sistema Nacional de Empleo y se construiría una cultura de bolsa de trabajo que contrarreste la acostumbrada forma de operar de los “contratistas”, también conocidos como “enganchadores”, expresó Delgadillo Martínez.

Como parte de estas acciones se deben construir protocolos e instrumentos para el registro de las personas y las empresas y la supervisión de las mismas en toda la cadena de suministro, detalló.

En el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, como organismo de la sociedad civil que atiende la Línea Nacional contra la Trata de Personas, el 01800 5533 000, hemos escuchado historias en las que identificamos las condiciones de vulnerabilidad que hacen del jornalero agrícola un blanco fácil para el delito, y no solo de trata de personas, por eso, la propuesta que se realiza, subrayó.