Por: Vicente Flores

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), instó a los Estados a adoptar medidas especiales de acción con el fin de erradicar la discriminación racial estructural, en específico a proteger los derechos de las mujeres afrodescendientes, dada la violencia que han sufrido, de forma histórica, con motivo de su raza y sexo.

La CIDH manifestó su preocupación por la desigualdad que existe de manera generalizada con la población afrodescendiente en la región, derivado de la persistencia de normas institucionales que impiden el ejercicio pleno de sus derechos económicos, sociales y culturales básicos.

En dicho marco, la situación de las mujeres, adolescentes y niñas, son de los grupos sociales más marginizados de la región, debido a que el acceso a la educación, salud y empleo, son limitados y enfrentan múltiples obstáculos para acceder a los servicios necesarios para efectuar la sexualidad de manera responsable.

La Comisión advierte que uno de los principales desafíos que enfrentan las mujeres afrodescendientes es la violencia institucional que sufren a manos de autoridades públicas y judiciales que no comprenden su cosmovisión, tradiciones y cultura. La violencia institucional también es dirigida a organizaciones que trabajan en defensa de los derechos de las mujeres afrodescendientes.

En el marco del Decenio Internacional para Afrodescendientes, La CIDH hace un llamado para que los Estados fortalezcan programas sociales que establezcan medidas positivas para remediar los efectos persistentes de la discriminación racial pasada y las formas actuales de exclusión.