***Construir nuevas fórmulas de solución con respeto a la dignidad y seguridad del trabajador migrante es una prioridad de las políticas migratorias

Por: Redacción

Construir nuevas fórmulas de solución con respeto a la dignidad y seguridad del trabajador migrante es una prioridad de las políticas migratorias, coincidieron el Secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida, y el Director Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, José Manuel Salazar.

Ambos funcionarios acordaron fortalecer el tema migratorio en la agenda de cooperación de la OIT con México, luego de reconocer que en las políticas migratorias predomina un enfoque dominado por un paradigma de control de fronteras y seguridad nacional.

Al recibir al representante regional del organismo internacional, el titular de la STPS dijo que los flujos migratorios laborales son una realidad global y responsabilidad compartida de los Estados.

Salazar, por su parte, destacó que es necesario actuar en forma urgente y con un enfoque de derechos laborales y de empleo, pues “nada puede detener los flujos migratorios, ni las cercas ni los muros”, dijo.

“La búsqueda de oportunidades de trabajo es sin duda la principal motivación de las migraciones”, dijo Salazar.

En el encuentro, los dos funcionarios resaltaron que la migración laboral bien manejada permite mantener y aumentar el crecimiento económico de los países de destino y reducir la pobreza en los países de origen.

Consideraron esencial mejorar la gobernanza de las migraciones y aprovechar las oportunidades que se generan tanto en los países de origen como en los de destino.

El encargado de la política laboral del país recibió a José Manuel Salazar, en el marco del lanzamiento en México del nuevo informe de la OIT sobre “La migración laboral en América Latina y el Caribe”.

Según este documento, el número de trabajadores migrantes en el continente americano aumentó en 13.1 millones de personas en solo 5 años hasta un total de 41.3 millones, de los cuales 37 millones viven en Estados Unidos y Canadá, y 4.3 en Latinoamérica y el Caribe.