Por: Redacción

El presidente de la Junta de Coordinación Política, Francisco Martínez Neri, lamentó la actitud dócil de la Secretaria de Economía durante la renovación del acuerdo azucarero entre México y Estados Unidos “efectivamente se evitó un conflicto comercial, pero fue a costa de la estabilidad de las industrias azucareras mexicanas”.

El coordinador de la bancada del PRD informó que dentro de los lineamientos “México quedó obligado a enviar las exportaciones por vía marítima, a aceptar castigos más drásticos si no cumple con estos nuevos acuerdos de suspensión y a no tocar bajo ninguna circunstancia las exportaciones de alta fructuosa de los Estados Unidos al mercado mexicano”.

“No se puede hablar de una libre exportación de azúcar cuando se establecieron cuotas y barreras no arancelarias que dejan en la indefensión a los productores azucareros nacionales” señaló.

El líder del sol azteca advirtió que “con estos nuevos acuerdos los ingenios azucareros se verán obligados a reajustar sus procesos de producción e incluso a cerrar refinadoras como el caso de San Cristóbal en Veracruz, la principal productora de azúcar en el país”.

“Es un acto atroz que el gobierno se jacte de la firma de estos acuerdos, cuando los representantes de la industria denuncian pérdidas de más de 500 millones de dólares, que afectarán a toda la cadena productiva, especialmente a los 200 mil productores de caña, a los 57 ingenios de la agroindustria azucarera y cerca de un millón de empleos directos” puntualizó.

Ante esta situación, el coordinador de la bancada del PRD, presentó un exhorto para que comparezca el titular de la Secretaria de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal a fin de que explique los términos, condiciones y los alcances del acuerdo firmado.

“Es urgente que presente las medidas que se implementarán para corregir los efectos negativos de dicho acuerdo y cómo piensan compensar la disminución de los ingresos de los productores de caña de azúcar”, agregó.

Finalmente, el legislador oaxaqueño enfatizó que este hecho “es un antecedente preocupante con relación a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCA), porque México quedó como un simple proveedor de materias primas, es decir, no solo se le resto competitividad, sino que la contraparte estadounidense no fue evaluada bajo los mismos parámetros”.