Por. Redacción/

A fin de poder enfrentar las nuevas disposiciones fitosanitarias y de control por bioterrorismo de Estados Unidos para los procesos de exportación así como aumentar la producción nacional de aguacate que reduzca su costo en el mercado donde se ubica hasta en 70 pesos el kilogramo cuando al productor le pagan solo 7 pesos el kilo, investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo trabajan en procesos de alto rendimiento en la producción en el estado de Morelos.

En Tetela del Volcán, Morelos, investigadores de la UACh a través del Programa Especial de Extensionismo y Vinculación Universitaria, trabajan con productores de aguacate en las zonas altas de dicha localidad con la aplicación de biofertilizantes que permiten mejores rendimientos de las cosechas y avanzan en los procesos de producción orgánica de este fruto altamente cotizado en el mundo así como en la certificación correspondiente.

El aguacate en México inició el año con un alza de 10 pesos y se adquirió hasta en 70 pesos en mercados del país ya que tan solo la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) informó que en la semana del 2 al 5 de enero, el kilogramo de aguacate mostró una ligera variación al alza y se vendió en 44.62 pesos.

Este fruto verde, indicaron los especialistas reporta otro problema y es el caer en manos del coyote e intermediarios, por lo que para el caso de Morelos la Universidad ya trabaja en mejoras fitosanitarias, certificación contra plagas y en control de calidad a fin de aumentar el valor del producto en beneficio de los productores.

Al respecto, Sergio Márquez Velver, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Chapingo, expuso que el aguacate se ha posicionado como una fruta importante a nivel mundial pues mientras en México se usa como verdura, en la India se usa como fruta pero en Estados Unidos ya entró como parte de su cultura culinaria.

Sin embargo, agregó, Estados Unidos de Norteamérica carece, en el corto y mediano plazo, de posibilidades para satisfacer su demanda pues solo producen en el sur de California y no compiten ni en calidad ni en cantidad con los productores mexicanos, de tal suerte que la oportunidad de producción está latente.

El investigador detalló que el precio el aguacate mexicano es más barato que el norteamericano en su proceso de comercialización al exterior y nuestro país produce más de 500 mil toneladas de las cuales el estado de Morelos contribuye con poco más de 30 mil toneladas aunque las explotaciones son de una hectárea y los municipios productores son Yacaplixtla, Ocuituco y Tetela del Volcán.

Indicó que México es el primer productor, consumidor y exportador de aguacate en el mundo y Morelos está en quinto lugar en producción luego de Michoacán, Jalisco, Edomex y Nayarit por lo que ante este atraso, desde 2015 y 2016, ahora “se realizan programas de investigación y de impulso en la producción con transferencia de tecnología”.

Destacó que la actividad aguacatera en el estado de Morelos se encuentra en crecimiento por un marcado interés económico, debido en ella participan la población económicamente activa, el estatus mayoritario de las unidades de producción es en crecimiento y los ingresos obtenido de la actividad son de medios a altos, por lo que es considerada como una oportunidad de obtener ingresos.

Actualmente, dijo, existen modelos desarrollados por actores diversos en el sector rural para la gestión de la innovación, pero particular se debe hace énfasis en la formación integral de los productores como agentes activos en la redes de información y conocimiento dentro del sistema social.

Por ello, enfatizó el académico, a nivel macro, se recomienda encaminar la política pública que promueva la asociación de productores, la Unión Europea puede ser un buen ejemplo de cómo ha implementado proyectos con incentivos que promueven la organización.

A nivel de organización de productores se debe consolidar el trabajo desarrollado participativo e integral de educación para lograr el desarrollo en lo individual y en general, a través de desarrollar conocimientos, habilidades, destrezas, valores y capacidades para la adopción de innovaciones sociales, tecnológicas, administrativas, y sustentables que contribuyan a mejorar el desarrollo endógeno económico local y empresarial de productores.