Por: Ricardo Lara

Con una sonrisa en los labios y magia en los pies, Ronaldinho cambió la forma en que se jugaba fútbol, precursor del ‘Jogo Bonito’, nunca olvidó que el fútbol es, a fin de cuentas, un juego y eso lo catapultó a ser uno de los más grandes y mejores jugadores de la historia.

Nació el 21 de marzo de 1980 en Porto Alegre; el mundo lo vio nacer como futbolista en 1999 en San Lorenzo, donde jugó un año antes de partir al París Saint-Germain, donde no brillo en lo colectivo, sin embargo su actuación individual lo llevó a fichar con el Barcelona tres años más tarde.

Las buenas actuaciones del brasileño con los  ‘culés’ lo posicionaron como una estrella mundial, ganando liga de Europa, liga española y copas con el Barcelona. Tal fue el desempeño del ‘Mago de Porto Alegre’ con el cuadro español, que en un enfrenamiento ante el Real Madrid en el Santiago Bernabeú, la afición local decidió levantarse para aplaudir a ‘Dinho’ después de marcar gol.

Con selección nacional pasaba su mejor momento, ganando la Copa Confederaciones y la Copa Mundial con un Brasil que daba miedo enfrentar, Ronaldo, Roberto Carlos, Dida y Cafú eran quienes encabezaban la lista de nombres peligrosos del ‘Scratch du Oro’.

Salió del Barcelona con la llegada de Pep Guardiola en sustitución de Rijkaard, llegando al Milan de Carlo Ancelloti, sin embargo, la vara que había puesto el brasileño con los españoles era demasiado alta y se esperaba mucho de Ronaldinho.

El brasileño empezó bien con los ‘Rossoneros’, pero las malas actuaciones en la cancha a final de temporada lo relegaron al banquillo después de la llegada de David Beckham al cuadro italiano. Ya en el declive de su carrera, ‘Dinho’ regresó a su país.

Flamengo fue quien repatrió a Ronaldinho en 2012, club donde no logró estabilidad fútbolistica, después de un año partió al Atlético Mineiro, ahí consiguió ganar la Copa Libertadores, siendo de los pocos jugadores en ganar el torneo sudamericano y la Champions League.

Salió del cuadro brasileño en 2015 para llegar al Quéretaro de la Liga MX, su contratación se dio en medio de críticas, pues el brasileño no se encontraba en un buen nivel de juego, pese a  esto ‘Dinho’ levantó, otra vez, un estadio visitante para aplaudirlo. El Estadio Azteca se rindió a los pies del astro cuando Quéretaro venció cuatro a cero al América.

Tras una irregular actuación con el equipo mexicano regresó al Fluminense en 2015 para despedirse de las canchas el año siguiente entre escándalos de alcohol y parrandas, situaciones que siempre enmarcaron su carrera, sin embargo el reconocimiento como uno de los mejores jugadores de la historia es innegable.

Hoy el ‘Mago de Porto Alegre’ cumple 37 años y el mundo del fútbol le grita: ¡Felicidades, Ronaldinho!