Por: César Cuervo

¿Qué le está pasando al futbol si tan frecuentemente se coronan los equipos que menos atacan y más son atacados? El propósito del futbol es llevar la pelota hasta la otra portería e incrustarla entre esos tres palos que delimitan la zona de gol. Sin embargo, en los últimos años hemos visto cómo equipos que no enaltecen al juego se han coronado sobre otros que despliegan un mejor nivel.

Ejemplos hay muchos y no hay que confundir las sorpresas con las victorias inmerecidas. Lo de Islandia derrotando a Inglaterra le da credibilidad al deporte. Con sus armas, con sus carencias, con sus virtudes y defectos, pero sobre todo, con un buen juego, los islandeses llegaron hasta los cuartos de final de la Eurocopa. Lo de Gales es otro ejemplo, un equipo que jugaba de buena forma al futbol tiene merecido llegar a semifinales porque superó a la mayoría de sus rivales en lo demostrado dentro del terreno de juego.

No obstante, ayer Portugal no fue mejor que Francia en los 120 minutos, no tuvo más oportunidades, no desplegó el mejor futbol, ni mucho menos trató a la redonda como debe ser tratada pero ganó. Los portugueses tienen demasiada calidad técnica como para atacar y tratar de ofender a Francia pero en su filosofía no vieron el partido así. Ellos esperaron atrás, bien parados y con un orden defensivo encabezado por Pepe para después intentar hacer daño de la forma que sea. Su mérito tiene pero la esencia del futbol es otra.

Algo tiene de malo el futbol que con tanta frecuencia se coronan los equipos que no salen tanto a jugar como a impedir que el rival juegue. Algo hay que cambiarle para que el resultado final de un partido sea el que se vio durante el trámite del mismo. Para nada demeritó lo hecho por los lusitanos en la final de la Eurocopa, al final fueron los campeones y eso se les recordará. Al menos para mí, las formas siempre tendrán importancia en el futbol.

Equipos como la Grecia del 2004, el Inter de Mourinho, el Chelsea de Di Mateo, el Atlético de Madrid de Diego Simeone o esta selección de Portugal hacen creer a las generaciones jóvenes que en el futbol importa más el resultado que la forma en la que se llega al resultado. No es así. El buen funcionamiento y el buscar atacar en lugar de defender son las mejores formas de ganar, o al menos son las que te acercan más al resultado.

Impedir que el rival juegue no te acerca a la victoria, te aleja. Sin embargo, las casualidades existen y es por eso que equipos con esta filosofía se coronan de vez en cuando.

El Barcelona de Guardiola y ahora el de Luis Enrique, el Bayern de Heynckes, la Naranja Mecánica o la España de Aragonés y Del Bosque son equipos que enaltecen los valores del futbol como tal. Esos equipos ganaron mereciéndolo, con los argumentos necesarios dentro del campo para superar al rival al final del partido.

El futbol tiene que cambiar en algo para que se coronen los equipos que salen a jugar y no a impedir que el rival juegue.