Por: José Manuel Mota Fernández

Real Madrid, bicampeón de la UEFA Champions League, regresó el día de hoy a España para festejar en conjunto con sus aficionados tras conseguir también el doblete, es decir, el título de liga y el campeonato que lo acredita como el mejor equipo del continente europeo.

Primero hicieron una escala en el Ayuntamiento con la presidenta de la Comunidad de Madrid, quien le dedicó una palabras a los campeones y más adelante, salieron a la Puerta del Sol, donde Ramos y Marcelo, protagonistas en esta celebración, le entregaron por primera vez en la noche, la orejona a todo su público.


A la visita a la Diosa Cibeles, llegaron entre un fuerte dispositivo de seguridad, donde se escuchó el himno de los ganadores, “We are the Champions” de Queen, mientras Sergio Ramos, capitán del equipo, y Marcelo, subieron a lo más alto de la estructura para levantar la orejona y, mientras Ramos la presumía, Marcelo amarró una bufanda del equipo en la cabeza de la estatua y posteriormente la besó en la mejilla.


Después de eso, los dos defensores del equipo descendieron de la estructura puesta para el momento de la celebración y se reunieron con sus compañeros para subir al camión de dos pisos, adornado con motivos de la conquista de la tarde de este sábado frente a la Juventus, para iniciar su camino al Santiago Bernabéu donde miles de aficionados, ya esperaban a sus héroes.

Aproximadamente a las 22:00, tiempo de España, los campeones llegaron al Santiago Bernabéu y desde que los asistentes vieron el camión por la televisión instalada en el lugar, comenzaron a aumentar los decibeles en los cánticos de apoyo que hacían parecer que ese día, en cuestión de minutos, Real Madrid jugaría un partido más, pero no, todo era júbilo, cánticos y porras por el campeonato obtenido.


Entre la multitud, los ‘Reyes del Continente’, envueltos por el himno de la Champions League, entraron a su casa, en medio de gritos de algarabía que emanaban de la emocionada multitud que se dio cita en el lugar para ver festejar una vez más a todos los jugadores que fueron partícipes en la doceava.

Luego de aproximadamente 15 minutos dentro del vestidor, los merengues salieron, por última vez en la temporada, al césped de su propio estadio, además de que el traje, que los acompañó durante todo el trayecto, ya no lo traían más y en su lugar. Las luces se apagaron, la gente coreaba el nombre del equipo y la frase “hacemos historia” se proyectó en todas las pantallas del lugar.

Y llegó la hora que todo el madridismo estaba esperando, se contaron las 12 orejonas y aparecieron. Todos y cada uno de ellos estaban en el banquillo que ocuparon por toda la campaña y, al ritmo del “¿Cómo no te voy a querer?”, comenzó la fiesta, misma que no terminará hasta que se conozca a un nuevo campeón de Europa.