Por: José Manuel Mota Fernández/

El futbol internacional sufrió una enorme baja esta semana: Ronaldo De Assis Moreira, conocido mundialmente como ‘Ronaldinho’, decidió ponerle fin a su carrera futbolística, esa en la que se encargó de recordarnos a todos que, al final del día, el futbol únicamente es un juego y que se tiene que disfrutar segundo a segundo y minuto a minuto.

Más allá de sus distinciones individuales y colectivos, de haber ganado prácticamente todas las competencias en las que participó y de ser un referente en Brasil y el mundo, hay algo más allá que hará la partida del astro aún más difícil y eso se puede resumir en una sola palabra: magia.

Evidentemente no está relacionado con sacar un conejo de un sombrero o de hacer aparecer y desaparecer cosas, era magia de verdad. De esa que hacía que los aficionados, de cualquier equipo, estuvieran atentos a ‘Dinho’ cuando este tenía el balón, con el fin de descubrir qué iba a hacer y cómo lo hacía.

Para algunos era prácticamente imposible entender cómo lograba abrir el balón hacia el lado derecho, para después ponerle un alto, jalarla hacia el centro y, con esos dos toques, dejar fuera de combate a cualquier jugador que tuviera las intenciones de robarle la bola.

Otros cuantos decían que hacía trampa, porque no creían posible que tuviera la pelota pegada al pie por tanto tiempo y con tanta facilidad, a pesar de las decenas de movimientos que hacía con ella con miras hacia la portería contraria y de disfrutar eso que hacía.

Eso era Ronaldinho como jugador. Era alegría, pasión, entrega, dinamismo, explosividad, definición, ingenio, creatividad, precisión, en fin, magia y sí, cuando se habla de él, no está de más repetir esa palabra una y otra vez, porque no hay otra que lo defina mejor que eso.

El impacto que tuvieron sus movimientos fue tan grande, que Nike, cadena que lo patrocinaba, comenzó a grabar una serie de videos, con esas personas que “hacían feliz” al balón, que lo acariciaban y respetaban y que llevaban por nombre “Joga Bonito”, “Juega Bonito” en portugués.

Fue criticado por su gusto a la vida nocturna, porque en los últimos años se centró en las actividades nocturnas y descuidó un poco la parte futbolística, a la cual le entregó más de 15 años de alegrías y que este le contestó con el cariño y respeto de TODOS los aficionados a este deporte.

Se retira Ronaldinho pero detrás de él deja momentos impresionantes, como el Bernabéu de pie aplaudiendo uno de sus goles o el Estadio Azteca, guardando las dimensiones. Deja una Copa del Mundo, una Confederaciones, una Champions League, una Copa América, entre otros tantos títulos.

Luego de todo esto, nos damos cuenta que se retira, el único, el grande y legendario Ronaldo De Assis Moreira, solamente, Ronaldinho.