Por: José Manuel Mota Fernández

Fernando Guerrero, árbitro que oficio el encuentro entre Guadalajara y América fue expuesto en sus decisiones del partido, luego que la comisión de arbitraje analizó las cuatro jugadas con más polémica del partido. De estas cuatro acciones, tres no fueron señaladas de manera correcta por el silbante.

La primera jugada que aparece, fue la expulsión de Carlos Cisneros, luego de que brincó sobre Paul Aguilar y, según la apreciación arbitral, lo hizo con mala fe. En el reglamento dice que: “una entrada que ponga en peligro la integridad física de un adversario deberá ser sancionada como juego brusco grave, deberá ser castigada con tiro libre directo y la tarjeta roja para el jugador que la cometió”, cosa que el ‘Cantante’ hizo correctamente.

La segunda jugada que aparece, es la anotación de Isaac Brizuela, que ponía en ventaja al Rebaño, pero fue invalidada por Alejandro Ayala, asistente número 2 y el árbitro central. En el acta, guerrero asentó que Omar Bravo había sido el último en tocar el balón, antes de que su compañero lo hiciera, sin embargo, el que tocó el balón antes del anotador fue el defensor americanista. En el análisis arbitral se asienta lo siguiente: “se aprecia que el defensor juega el balón con la cabeza, por estas circunstancias consideramos que no existe posición de fuera de juego y que aún viéndola por televisión y con repeticiones no se puede tener la certeza absoluta de si es o no fuera de juego, pero basándonos en lo que se puede observar que se debió dar por bueno el gol”.

También se menciona que la anotación del equipo local, debió ser invalidada, por una obstrucción de Omar Bravo, sobre Erik Pimentel, situación que el Cantante dejó pasar. En la página No. 120 de las reglas de juego 2015/2016 dice: “El hecho de sujetar a un adversario incluye también la acción de extender los brazos para evitar que adversario adelante o eluda al infractor, utilizando las manos, brazos o el cuerpo” y se hace la distinción entre chocar con un adversario y colocarse frente a él para no permitirle el paso, por lo que esta jugada debió haberse marcado como tiro libre directo.

Por último, cuando corrían los minutos finales del primer tiempo, Osmar Mares empujó dentro del área y de manera deliberada a Omar Bravo, cosa que el árbitro dejó correr. En el reglamento se estipula: “Utilizar el brazo para desplazar a su adversario, el defensor comete la falta de empujar, sancionable con tiro libre directo y si es en su área se debe sancionar tiro penal”.

Hasta el momento se desconoce si el silbante recibirá alguna sanción por parte de la Federación Mexicana de Futbol y la Comisión disciplinaria y de Arbitraje.