Por: César Cuervo

La Policía Federal de Brasil detuvo a 10 personas debido a una presunta implicación en un entramado para cometer atentados en los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, todos pertenecientes al Estado Islámico. Alexandre de Moraes, Ministro de Justicia, tiene programado comparecer el día de hoy para ofrecer más detalles sobre dicha detención. La operación tuvo lugar en Sao Paulo y Paraná, entre los implicados se encuentra al menos un menor de edad.

Río de Janeiro albergará entre el 5 y 21 de agosto los primeros Juegos Olímpicos en América Latina y uno de los principales debates es la seguridad. En los últimos meses diversos atentados han sido efectuados en Europa y particularmente en Francia, por lo que la seguridad en un evento masivo como los JJOO es fundamental. El Gobierno francés aclaró esta semana por medio de una carta a Brasil que no tenía pistas sobre alguna posible amenaza terrorista.

Recientemente, un portal de internet que analiza información del grupo terrorista comentó que un grupo llamado Ansar al Jilafá, con sede en Brasil, le proclamó su lealtad a la organización que comanda Abu Bakr al Baghdadi. En los últimos días, algunos medios de información descubrieron supuestas captaciones por parte de los yihadistas. Debido a esas alusiones, el Gobierno de Brasil decidió cortar las aplicaciones de WhatsApp y Telegram en todo el país el día de ayer.

El Ministro de Justicia comentó en rueda de prensa que “se trata de una supuesta célula terrorista, una primera célula que pasó de mensajes sospechosos por internet a actos preparatorios de un supuesto atentado”. Moraes explicó que uno de los detenidos pretendía viajar al exterior para hacer contacto personal con los miembros del EI. Además, de Moraes mencionó que varios de los detenidos habían tenido contacto con el grupo terrorista para una especie de juramento de lealtad.

El Gobierno brasileño tendrá que doblar sus esfuerzos en busca de que los Juegos Olímpicos transcurran sin problemas.