Por: Redacción

Con una fructífera carrera de más de 40 años en el ámbito de la poesía y el cuento fantástico, la escritora mexicana Amparo Dávila fue homenajeada durante el último día de la XVI edición de la Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México.

“Yo no creo en la literatura hecha a base de la inteligencia; la vivencia es la que comunica a la obra y la que hace que perdure en la memoria y el sentimiento”, declaró la escritora, quien cumple 88 años de vida.

El homenaje por la trayectoria de la zacatecana estuvo a cargo de Bernardo Esquinca y Jonathan Minila, quienes en el Café Literario Tomás Segovia de la FIL Zócalo 2016 presentaron Árboles petrificados, que reúne el trabajo de la autora bajo la compilación de Minila y fue publicado por editorial Nitro Press.

Nacida en Pinos, Zacatecas, México, el 21 de febrero de 1928, Amparo Dávila llenó su literatura de seres extraordinarios y fantásticos plagados de una violencia interna que evidenciaba la soledad de los individuos. A través de su mágica prosa intentó descifrar el comportamiento humano, dando vida a obras como Tiempo destrozado (1959), Música concreta (1964), Muerte en el bosque (1978) y Árboles petrificados (1977), obra con la que ganó el premio Xavier Villaurrutia.

Un tema recurrente en la literatura de Amparo Dávila son los personajes fantasmales, aquellos que parecen salir y entrar como presencias. Bernardo Esquinca le preguntó cómo decidió escribir fantasía, a lo que la escritora simplemente respondió que la base de su literatura es la vivencia.

“A mí nunca me llamó la atención otros género más que la poesía, porque me interesan los géneros abstractos, los que sintetizan. No la novela”, sostuvo.

Bernardo Esquinca habló de la importancia de la literatura fantástica de escritores como Dávila para ayudar a escapar de una realidad, que cada día nos espanta más; comentó

Concluye el Festival Internacional de Poesía de la Ciudad de México en la XVI FIL

Después de tres días de actividades, el quinto Festival Internacional de Poesía de la Ciudad de México (FIPCM) culminó el sábado con la presentación del poeta japonés Yutaka Hosono y su homólogo mexicano Enrique González Rojo-Arthur.

Poemas como “Corre un río entre las piernas” y “La flor”, fueron compartidos por Yutaka Hosono; Enrique González leyó “Una huella” y “Hermafrodita”.

El FIPCM formó parte de las más de 1200 actividades culturales que ofreció la XVI Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México, y que desde hace cinco años ha convocado en este espacio a reconocidos poetas nacionales e internacionales para acercar la lírica a los lectores.

Durante los tres días que duró el encuentro participaron 40 poetas, algunos de ellos provenientes de China, Japón, Luxemburgo, Cuba y El Salvador.

Entre los convocados están Pedro Enríquez, de España, director del Festival de Poesía de Granada; Nicole Cage, de Martinica, Premio Casa de las Américas, y el poeta mexicano Enrique González Rojo Arthur, Premio Nacional de Poesía Benemérito de América 2002”.

Además Jean Portante (Luxemburgo), Ture Salvatore (Argentina), Karla Coreas (El Salvador), Julieta Desmarás (Argentina), Carlos Angulo-Rivas (Perú), Alberto Peraza (Cuba), Fernanda de Broussais (Argentina), Eliane Potiguara (Brasil) y Odette Alonso (Cuba).

Entre los poetas nacionales, estuvieron Marisa Trejo Sirvent, Víctor Baca, H. Pascal, Nadia López, Chary Gumeta, Alí Calderón, Celerina Sánchez, Jorge Contreras, Alejandro Baca, Margarita Aceves Pacheco, Hubert Matiúwáa, Eduardo Langagne, María Rivera, Iliana Godoy, Cecilia Juárez e Iván Cruz Osorio.

El FIPCM se llevó a cabo en el Foro Gonzalo Rojas, el Foro Elena Garro, el Café Literario Tomás Segovia, la Carpa Geodésica Simone de Beauvoir y en el Museo del Estanquillo.

Al cerrar el encuentro y a nombre del Secretario de Cultura de la CDMX, Eduardo Vázquez Martín, la Coordinadora de Vinculación Cultural Comunitaria de la Secretaría de Cultura capitalina, Déborah Chenillo Alazraki, agradeció la presencia de los escritores y a los organizadores su participación para enriquecer la vida de los ciudadanos.

“Agradecemos a todas las organizaciones culturales que hacen que nuestro desarrollo cultural, así como las actividades artísticas, sean cotidianas y sean un motor que va alimentando la vida de todos los ciudadanos. Nosotros como institución, como Secretaría de Cultura, creemos firmemente que es nuestra responsabilidad visibilizar y fortalecer esas acciones, pero más que nada agradecerlas profundamente”, dijo Déborah Chenillo.

La palabra de los autores Karla Coreas, Carlos Angulo Rivas, Jean Portante, Chary Gumeta y Karel Leyva, fue la encargada de cerrar el quinto Festival Internacional de Poesía, quienes además de leer en voz alta estrofas de su producción poética, invitaron al público a participar.

El Dorso del cangrejo, de Natalia Toledo, poesía en lengua originaria

La autora oaxaqueña Natalia Toledo presentó su libro El dorso del cangrejo (Deche bitoope, en zapoteco), el cual contiene 36 poemas escritos en español y en su lengua materna.

La autora, originaria de Juchitán, Oaxaca, escribe en zapoteco y en español. Ha publicado cuentos como Ba’du’ quiñapa luuna’ (El niño que no tuvo cama, 2013), El conejo y el coyote (Dxiidxa’ xti’ lexu ne gueu’, 2008), traducido al inglés y al maya, y La muerte pies ligeros (Guendaguti ñee sisi, 2005), traducido al mixteco, al chinanteco y al mixe.

“Me asumo como una escritora que escribe de forma bilingüe. Mi primera lengua es la zapoteca y aprendí  el español cuando tenía entre siete y ocho años. Ahora, aunque escriba un poema en español, mi mente lo construye en zapoteco”, dijo la autora durante la presentación del texto en el marco de la Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México.

Toledo impulsa la lengua zapoteca en su taller “El camino de la iguana”, donde enseñan a los niños a leer y escribir en dicha lengua.

En la presentación realizada en el Café Literario Tomás Segovia, Toledo y la actriz Claudia Santiago leyeron poemas como “Pánico”, “Lluvia de piedras”, “Oración”, “Cumpleaños”, “La flor de las niñas” y el que le da nombre al libro Deche bitoope: El dorso del cangrejo.

La poesía debe hablar de su entorno, dice Paula Abramo

La escritora mexicana Paula Abramo pidió a los jóvenes poetas no hablar de temas meramente estéticos, sino de aquellos que puedan retratar el contexto mediante la palabra. “La poesía –afirmó– debe hablar de su contexto”.

En ese sentido, el poeta Óscar de Pablo abundó que la escritura de poesía es marginal, lo cual no debe de ser un pretexto para que no se escriba, puesto que “la poesía es revolucionaria y deben darle voz.

Ambos participaron en la lectura de poesía realizada en el Foro Bertlot Brech de la XVI edición de la Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México.