Por: Oswaldo Rojas

La idea generalizada es que somos lo que decidimos ser. Es decir, estamos en total libertad de dirigir nuestra vida por los derroteros que más nos complazcan. Esa es la premisa del filme La chica danesa (2015). Dirigida por Tom Hooper (Los miserables, 2012) y protagonizada por Eddie Redmayne y Alicia Vikander, está basada en la novela homónima de David Ebershoff, publicada en el 2000, y que a su vez está inspirada en los diarios de Lili Elbe, quien es la primera persona que se sometió a una operación de cambio de género de quién se tiene constancia.

La cinta discurre en la relación de Einar Wegener (Eddie Redmayne) esposo de Gerda Wegener (Alicia Vikander) durante los años 20’s y 30’s. Se trata de una pareja de pintores en ciernes que viven una envidiable vida marital que se desarrolla con cierta bohemia. Pero solo hizo falta que Gerda le pidiera a su esposo que posara para ella usando unas medias y zapatos de mujer, en vista de que la modelo original no asistiría a la sesión, para que algo en la profundidad de la mente del protagonista se activará: Lili.

Así, lo que comenzó como un par bromas va llevando a Einar a la aceptación y convencimiento de que él en realidad es una mujer. Tom Hooper recrea esa transformación, misma que lentamente va orillando a Lili y Gerda a repensar su relación en vista de que la desaparición de Einar parece irreversible y peligroso en una Dinamarca homofobica.

El filme alcanza su último revés cuando Lili encuentra un cirujano que está dispuesto a ayudarla con una operación que le permitirá ser una mujer completa. La intervención es de alto riesgo por no tener referentes. El doctor es Kurt Warnekros, quien trabaja en la clínica de Marcus Hirschfield fundador del Instituto para Investigaciones Sexuales en Berlín. A Hirschfield le debemos el término “transexuales” para referirnos a las personas que quieren cambiar físicamente su sexo y no sólo en apariencia como el caso de los transgénero.

Para su renacimiento, Lili elige el apellido Elbe en honor al río que cruza la ciudad donde se realiza la operación.  Según las cartas que dejó, el doctor Kurt Warnekros durante las primeras operaciones le extirpo testículos y pene. En el filme partir de esta operación comienza un periodo de felicidad para Lili que contrasta con su testimonio oficial, en donde se puede interpretar que paso por fuertes depresiones, así como una recuperación más lenta y un sentimiento de culpa por creer que ella había asesinado a Einar.

Finalmente una operación de transplante de útero es lo que acabaría con la vida de Lili, pues el órgano seria rechazado por el cuerpo de Einar.

Ilustración realizada por Gerda Wegener.

La chica danesa en un inicio parece una cinta polémica, sin embargo una vez que Einar acepta su sexualidad oculta el ritmo disminuye drásticamente. Las estupenda actuación de Eddie Redmayne (La teoría del todo todo, 2014) sigue manteniendo la expectativa si el espectador logra ponerse en la disyuntiva del personaje, pero pronto su faceta más intrigante  como pintor amanerado desaparece por el de una mujer de mentalidad plana, cuyo sueño final es poder tener un hijo.

Aun entendiendo que se trata de una ‘historia real’ no logra ocultarse que Lili es una persona egoísta y superficial. Así, la película se encamina a cederle el protagonismo a Gerda, que se ve forzada a soportar los delirios de su (ex)esposo y buscar soluciones que les permitan mantener en lo posible su relación. Pero el papel de esposa abnegada le sienta terrible  a Gerda que pierde su carisma inicial.

Hooper cuidó el lado sensible de ambos personajes, de tal forma que el espectador pudiera interpretar las razones que los hacen actuar – no por eso congeniamos con ellas – y como sobrellevan sus transformaciones  internas.

Eve Stewart, quien ya trabajó con Tom Hooper en Los miserables y en El discurso del rey, fue la encargada del vestuario. Realizó un trabajo a la altura, y dado su involucramiento en la producción los pequeños detalles de los escenarios propios de la época enmarcan las secuencias.

También colaboró con Susannah Brough para realizar los retratos de Lili en la película, pues originalmente Lili Elbe no tiene un parecido lo suficientemente cercano a Eddie Redmayne como para poder utilizar reproducciones de los originales.

Como una reflexión sobre las situaciones que las personas transgénero enfrentan el filme es muy completo. Por otra parte, el espectador que busque una producción que entrañe una trama realista quedará  decepcionado tanto por la historia central como por la pérdida de personalidad que los protagonistas van sufriendo. Por si fuera poco las claras diferencias entre la película y la historia original – como el hecho de que Lili logró divorciarse de Gerda, se alejo de ella y comenzó una nueva vida – nos dejan saber que Hooper selecciono solo las partes que más complacieran a los que disfrutan del amor que se sacrifica a sí mismo.

 

La chica danesa

 

Lili Elbe