Por: Redacción/

En el marco de la Sexta Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México (FCIPBO), que se realiza en la Plaza de la Constitución, la asociación de Escritores en Lenguas Indígenas A.C. (ELIAC) presentó un posicionamiento para impulsar el desarrollo de las 68 lenguas indígenas que se hablan en México.

Desde el corazón de la capital indígena, el viernes 30 de agosto diversos autores y hablantes de lenguas maternas exhortaron a gobierno y sociedad a impulsar el desarrollo de estas expresiones, que, desde su perspectiva, se encuentran en una nueva fase de escritura.

“Nuestro afán es mostrarles un yo individual y un yo colectivo para trascender a un mundo donde nos veamos como sujetos del acto creativo y no sólo como figuras folclóricas. El reto es superar la subalternidad lingüística, literaria y cultural para alcanzar un México pluriétnico, multilingüe y multicultural”, expresó en el Círculo de Saberes Apolonio Bartolo Ronquillo, presidente de la asociación civil.

En el documento, dirigido a los tres órganos de gobierno, así como a sociedad civil y partidos políticos, los integrantes de la organización proponen, ante la amenaza de extinción de las lenguas indígenas, combatir el rezago educativo con nuevos planes y programas de estudio multilingües, impulsar la producción y difusión editorial, así como poseer tiempo y espacio en los medios de comunicación para mostrar la diversidad lingüística del país.

“Con ello, pretendemos que florezcan las lenguas heredadas por nuestros ancestros para poder relacionarnos con dignidad y respeto en el conjunto de la sociedad, sin menosprecio ni discriminación”, agregó el también poeta y músico mazateco, acompañado de otros integrantes como Martín Rodríguez y Antonio Díaz, hablantes de mixe, Lorenzo Hernández (mixteco) y Raymundo Álvarez (ñañu).

Además de compartir algunos poemas como “Reencuentro”, “El agua maltratada”, “Dios viento” y “Manantial de estrellas”, los también traductores enfatizaron la necesidad de propiciar “el florecimiento de las lenguas indígenas”, las cuales, aseguraron, implican diversas cosmovisiones y valores que han acompañado a sus comunidades.

“La visión de los pueblos originarios es una visión horizontal, de respeto con todos los seres vivos, de solidaridad y apoyo”, expresó Lorenzo Hernández, quien en 2011 tradujo al zapoteco la Constitución Política de México, mientras que Martín Hernández destacó que “ha sido gracias a la oralidad que se han preservado los conocimientos y tradiciones de nuestros pueblos”.

Asimismo, en el Círculo de Saberes se presentó la conferencia “Perspectiva de los pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas residentes en la Ciudad de México”, impartida por Fluvio Hugo Herrera, de la alcaldía Cuauhtémoc, quien rememoró los capítulos de la historia que han vivido los pueblos indígenas, desde la conquista hasta la disputa por sus territorios y recursos naturales que caracterizaron el siglo XX.

El experto en derechos humanos aseguró que la Constitución de la Ciudad de México es una de las más avanzadas en materia indígena, en América Latina, otorgando reconocimiento y propiciando la participación de los pueblos, elementos en los que actualmente trabaja el Congreso local con la Ley Reglamentaria de los Pueblos Indígenas.

Durante el antepenúltimo día de la FIPBO, también se presentó el libro Fiestas Patronales de Santa Cruz Acalpixca, de Laura Benavides Castro, y se expuso sobre la Tira de Tepexpan, uno de los 520 códices que representan los señoríos de reinos que hubo en el Valle de México, en Triple Alianza con Tenochtitlan.

La Sexta Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México es organizada por el área de Grandes Festivales Comunitarios de la Secretaría de Cultura local para convertir a la Ciudad de México en Capital Cultural de América.

El encuentro pluricultural se realiza en el marco de 2019, Año Internacional de las Lenguas Indígenas, y tiene como invitados al estado de Veracruz, representado por las comunidades otomí, totonaca y náhuatl, y la alcaldía Xochimilco a través de sus pueblos.