Por: Redacción

Virginia Armella de Aspe ha dedicado su vida a la investigación y registro del arte novohispano y virreinal mexicano, especialidad en la que ha creado las bases para su protección como patrimonio de México y el mundo.

La académica recibió un homenaje por su trayectoria y legado en el Castillo de Chapultepec, donde la acompañaron el historiador Miguel León-Portilla y la directora general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), María Teresa Franco; Salvador Rueda Smithers, director del Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec, y Walther Boesterly, director del Museo de Arte Popular.

María Teresa Franco celebró que Virginia Armella escogiera desentrañar el conocimiento del pasado para explicarlo a las nuevas generaciones con una tenacidad y claridad inquebrantable, abriendo para muchos la luz a determinados momentos de historia que nos permiten conocernos mejor como sociedad y como habitantes de un país con un patrimonio que en 300 años ha creado su propio lenguaje.

En su oportunidad, Virginia Armella de Aspe recordó que el arte es un misterioso influjo que debe sentirse con el alma y por ello lo visual fue tan importante en nuestra historia, porque históricamente las diferencias lingüísticas hicieron que el conocimiento se aprendiera a través de lo que se veía y en cada detalle de los objetos del pasado hay contenido un espejo para ver nuestro propio rostro e identidad.

Miembro de número de las Academias de Ciencias, Artes y Letras y de Genealogía, la investigadora agradeció a la comunidad universitaria, científica y cultural, el reconocimiento a su labor, de la que dijo, es también herencia del apoyo de su familia que le permitió sus primeros contactos con la gran cultura mexicana y su maravilloso patrimonio material e inmaterial.

Por su parte, el filósofo e historiador Miguel León-Portilla definió a la investigadora como una mujer que con tesón y valentía se ha ocupado de especialidades que pocos toman en cuenta y que son libros abiertos para conocer las raíces novohispanas de las que provenimos.

“Hoy quien habla español y forma parte de esta cultura puede comunicarse lingüísticamente con más de 500 millones de seres humanos en el mundo, de ahí la importancia del campo que ha estudiado Virginia a lo largo de seis décadas, abriendo el conocimiento con las huellas dejadas en la ebanistería, la platería, la indumentaria, incluso la juguetería producida por nuestros antepasados, legado vivo de todo lo que es nuestra tradición y espíritu”, refirió el autor de .Visión de los vencidos

Por último, Walther Boesterly consideró que Virginia Armella de Aspe ha dejado un gran legado en sus investigaciones para la Pinacoteca de San Diego o cuando desentrañó los secretos de las indumentarias religiosas de la Catedral, todas labores que se agregan a un gran registro de conocimiento invaluable para las actuales generaciones y las que están por venir.