Por: Carolina Carrasco

El Museo del El Carmen inauguró la colocación del tradicional Altar de Dolores, con el propósito de preservar ésta tradición, patrimonio cultural inmaterial del país, así como para darla a conocer al público.

Este tipo de altar nace en Florencia del siglo XIII, en el seno del culto que la cofradía de los Laudenses rendía a la madre de Cristo. Esta devosión fue introducida a México por los primeros frailes franciscanos que arribaron tras la conquista, dándola a conocer mediante el “teatro evangelizador”.

La colocacion del Atlar de Dolores se lleva a cabo ocho dias antes del Viernes Santo, con la idea de consolar a la Dolorosa por la muerte de su hijo; los mexicanos católicos, con ingenio y creatividad, ofrecen un altar con con obsequios para distraerla y atenuar sus penas.

En pequeñas macetas de barro se siembran previamente diversos granos, como chía, alpiste, trigo, cebada o amaranto, cuidando de regarlos diariamente para que germinen a tiempo para el altar, ya que estos germinados representan (de acuerdo con la simbología cristiana) la Eucaristía y el nacimiento de la fe; pequeñas naranjas agrias con banderitas simbolizan el dolor de la Virgen y las aguas de colores recuerdan las lágrimas derramadas por María durante la Pasión de Cristo. Todo lo anterior, colocado sobre una alfombra de aserrín, arena y flores de colores, elemento indudablemente prehispánico.

Aunque año con año, el Altar de Dolores aparece más desdibujado dentro de las costumbres de la cuaresma, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hace un esfuerzo por preservar la memoria de ésta tradición, colocando diversos altares en sus distintos museos.

Este altar permanecerá abierto a todo público, en horario de 10:00 a 17:00 hasta el 3 de abril, de martes a sábado con un costo de 55 pesos por persona, los domingos la entrada será gratuita.