Por: Redacción/

La bailarina, maestra y coreógrafa Pilar Rioja (Torreón, 1932), recibió la Medalla Bellas Artes por su destacada trayectoria artística y aportaciones a la danza española y flamenca, la noche de este lunes 27 de noviembre en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

“Es una medalla muy significativa para mí, como también que se me entregue en el Palacio de Bellas artes, uno de mis preferidos y en el que me presenté cada año con las orquestas de cámara, sinfónica, en las óperas y mis recitales. Fue siempre mi meta llegar y lo logré”, aseguró la llamada “sacerdotisa del baile español”, quien estuvo acompañada por el Coordinador Nacional de Danza del INBA, Cuauhtémoc Nájera, el periodista y crítico de danza Alberto Dallal y la investigadora del Cenidi-Danza “José Limón” Ariadna Yáñez Díaz.

Previo a la entrega del reconocimiento, la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho, la describió como “una artista de la danza, una leyenda de pasión y maestría que a lo largo de su vida ha brindado un inigualable espectáculo de excelencia a un público ávido y agradecido”.

Aseguró que abrevó en todas las danza españolas y a ellas les incorporó los ritmos mexicanos y latinoamericanos que tanto le gustan para dar con algo muy suyo, único y por ello, irrepetible.

“Pilar Rioja ha tenido de su lado tanto la técnica como el espíritu de la danza, que al final acaban siendo una sola cosa, de ahí su rigor y su soltura, de ahí el dominio del cuerpo y la libre expresión de los movimientos con los que siempre nos sorprende”.

El maestro Alberto Dallal hizo un recorrido por los orígenes de la danza española y su variedad de ritmos, figuras y estilos, de los que dijo, Pilar Rioja ha sido gran estudiosa, seguidora e intérprete, “desde que nació con el duende Garcialorquiano metido en el cuerpo”.

“Es una figura de la danza que une el vigor y la delicadeza, la fluidez y la fuerza corporales. La vocación por la danza española se convirtió en una especie de alma, latido o elemento vital que convirtió el cuerpo de Pilar en una concentrada obsesión”.

Destacó que la medalla representa y le agradece a la bailarina su notable e intensa entrega al arte de la danza: “Es un homenaje a su larga, evidente e intachable trayectoria como bailarina mexicana multiformal y definitiva de la danza española. ¡Viva Pilar Rioja!”.

Ariadna Yáñez Díaz, investigadora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón, (Cenidi), dio lectura a un texto enviado por Guillermo Barclay, diseñador de vestuario de la galardonada.

“Hay un elemento esencial que Pilar posee cuando baila y es la gracia. Ese algo que es otorgado a pocos seres en la vida y con la gracia, Pilar nos entrega la pureza, la alegría, el dolor, la ebriedad erótica de su arte. Solamente un ser que ha sido dotado con el privilegio de convertir el movimiento en ritmo expresivo, en pasión, exaltando el corazón de quien la ve bailar puede lograr lo que pilar logra: llenarnos de felicidad hasta las lágrimas”.

En su escrito, Barclay agregó que la bailarina mexicana ha construido su arte nutriéndose incansablemente en muchas y variadas fuentes: “el baile español, el toreo, las artes marciales orientales, las danzas clásicas y contemporáneas y el baile barroco español y con todos esos conocimientos crea algo que nos conmueve y nos llena de felicidad”.

Al término del acto, Pilar Rioja reconoció que no pierde las esperanzas de regresar a los escenarios y aseguró que sigue en activo dando clases, bailando y expresándose a través de sus alumnos.

“Tengo ganas de bailar aunque sea un número, nomás que me alivie de lo que estoy descompuesta. Tendrá que ser un número nuevo en el que pueda expresar lo que estoy pasando ahora, aparte de que estoy muy feliz por la medalla y por ser en Bellas Artes, que es un teatro muy especial para mí”.

Visiblemente emocionada, señaló que lo que más disfruta y le da orgullo es el contacto con el público, al que siempre le entrega un sentimiento sobre todo de amor.

“Esa convivencia, esa expresión, esas energías que uno despide y se regresan son hermosas y hacen sentir la vida feliz, con esa energía que se siente de la gente; son mensajes de amor”.

A lo largo de su carrera artística, Pilar Rioja se ha hecho acreedora a múltiples premios y reconocimientos en el interior de la República Mexicana y en diversos países del mundo. Ha sido musa de escultores, pintores y poetas. Además de las presentaciones, ha realizado una serie de cursos a bailarines y escuelas, dictado conferencias y creado coreografías emblemáticas como Retablo del mirlo blanco y Mística y erótica del barroco.