Por: Redacción/

Sergio Tapiro (Colima, México, 1971), reconocido fotógrafo de la naturaleza y especialmente de volcanes, se ha convertido en un ejemplo de esfuerzo, estudio, paciencia y trabajo constante que ha rendido frutos.

“Cuando tomo mi cámara me siento como niño y es una curiosidad tremenda hacer fotografías. Ha sido una labor de mucho esfuerzo en el que aflojas la cuerda y vuelves a tensarla después de años de práctica”.

El ganador del concurso de National Geographic Travel Photographer en 2017, visitó la ciudad de México para participar en la inauguración de la muestra World Press Photo 2018 en el Museo Franz Mayer y platicar sobre su participación en la tercera edición del Festival de Fotografía Internacional en León, Guanajuato, que se llevará a cabo del 28 de agosto al 1 de septiembre.

Con más de tres lustros de trayectoria, consideró que se han logrado avances en la fotografía de naturaleza, pero aún faltan mayores áreas y canales para difundir esta especialización.

“Tenemos que ver cómo logramos reacostumbrar a museos y galerías de que vean este trabajo. La fotografía documental y de naturaleza debe tener un lugar importante porque refleja lo que tenemos a nuestro alrededor y muchas veces la gente de a pie no puede ver”, dijo Sergio Tapiro.

Aseguró que detrás de estas imágenes hay una labor de preservación que invita a salvaguardar las riquezas naturales, de ahí que el fotógrafo abra una ventana hacia un lugar del que el espectador se puede enamorar.

“En mi caso, llevo 16 años como fotógrafo de volcanes y me parece muy representativo porque el 75 por ciento de la población de México vive alrededor de ellos. Es una parte simbólica muy importante como mexicanos”.

Sergio Tapiro calcula que ha tomado más de 300 mil fotos de volcanes, en especial del de Colima, del cual tiene registrados desde momentos de calma hasta de actividad plena, instantes peligrosos, pero también bellos y mágicos.

“Hay que tener paciencia, no se puede ser fotógrafo de volcanes de la noche a la mañana, debes ser paciente para esperar ese gesto y movimiento que tú quieres en tu imagen, debes saber el comportamiento de los animales y de la naturaleza misma”.

Confesó que el factor suerte también es importante para todos los géneros de fotografía porque la magia está ahí y puede ocurrir sin buscarlo, aunque no todo hay que dejarlo al azar.

“Algo fundamental es estudiar. Hay que conocer a fondo lo que nos interesa y si eres fotógrafo de naturaleza o volcanes hay que hacerlo, leer, investigar. Los tiempos modernos nos han acostumbrado a la inmediatez, todo lo queremos rápido y se nos olvida que hay una serie de pasos, hay que ser pacientes, constantes y persistentes”.

En 2015, Sergio Tapiro espero durante semanas para fotografiar al volcán de Colima, hasta que una explosión elevó una gran nube de ceniza, rocas incandescentes y en segundos, un rayo iluminó la escena.

Fue esa imagen ahora icónica la que lo ha llevado a obtener diversos reconocimientos como el certamen World Press Photo 2016 y el Oasis Photo Contest.

También ha sido ganador del concurso Nature Fest en la categoría de paisaje y del concurso internacional Windland Smith Rice 2017 que le permitió exhibir su fotografía en el Museo Smithsonian de Historia Natural en Washington, D.C.

“Estos reconocimientos sirven para impulsar la fotografía mexicana a nivel internacional y como inspiración sobre todo para los jóvenes que quieren hacer fotografía”.