Por: Redacción

Por sexto día consecutivo, el Foro Centzontle de la III Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México fue la atmósfera elegida para ahondar en el conocimiento ancestral y en las lenguas indígenas, con presentaciones de libros, conferencias, ponencias y charlas, entre las que destacó la presentación editorial de la revista Cultura Urbana por su fundador y director Juan José Reyes, así como por el editor Emiliano Pérez Cruz.

Ambos escritores hablaron sobre sus números especiales titulados “Milpa Alta, raíces y defensa de la tierra”, “Xochimilco: Tierra latente” y “México en el tiempo”, que en la publicación editada por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México brindan espacio a cuentos, poemas, ensayos, fragmentos de novelas y textos de teoría literaria realizados por escritores de diversas generaciones. El proyecto también incluye una separata de papel cultural bajo el sello de “Miradas de la educación y la cultura”, con extractos de los textos editados por la institución, presentada en formato carta con forros a color e interiores encauchados de tintas, fotografías e ilustraciones.

Dar un impulso al registro de la vida cotidiana de esta gran ciudad es uno de los objetivos de la revista, comentó el ensayista, crítico literario y editor Juan José Reyes. “Es curioso que estemos aquí hablando de las culturas indígenas… la población indígena en esta ciudad es muy importante y se mantiene gracias a una tenaz resistencia muchas veces heroica, viva en sus culturas, viva en sus expresiones, viva en su lenguaje como el náhuatl en Milpa Alta”, platicó a los interesados.

Para el fundador, Cultura Urbana atañe a todos los tiempos de la capital del país, atañe directamente y de forma muy viva a las culturas indígenas aquí presentes, en plena actividad resistiendo los embates primero de los criollos y luego del franco capitalismo, hasta ahora el llamado neoliberalismo. “El proyecto literario se da cuenta de una ciudad moderna, de una primera modernidad, la del siglo XIX y después la del siglo XX”.

Los tres números —comentó el periodista y narrador Emiliano Pérez Cruz—, dan cuenta de la historia de las localidades mencionadas, de sus orígenes, de sus pueblos originarios y también de hechos más recientes. “La literatura y los temas sociales se dan la mano, tocan y trastocan la realidad, la revientan, descubren rincones”.

El número dedicado a Milpa Alta —abundó—, retoma textos de José Emilio Pacheco y también Juan Gelman: “del primero publicaron un ensayo sobre la lectura y de Gelman varios poemas; a la vez abrimos con un ‘artículo vivaz, inteligente, sabroso’ (decía Juan José), de Vicente Leñero sobre la costumbre de fumar, y fumando se nos fue Vicente… Acrecentado en Milpa Alta, del ya fallecido y gran poeta sonorense Abigael Bohórquez se difunden ‘Negra noche’ y ‘Aposento V’”.

Asimismo, detalló sobre la revista donde abordan el tema de Xochimilco (Patrimonio Cultural), se habla de la tierra latente, la trajinera; recorren los canales enfiestados en domingo y, con Elena Poniatowska recuerdan al último guajolote y el encuentro de los generales Villa y Zapata en este pueblo originario, antes incluso de llegar a Palacio Nacional, entre otros variados asuntos. Respecto al mismo número, Juan José Reyes aclaró que en el número dedicado a Xochimilco, a esta comunidad no se la ve como un lugar turístico meramente folclórico, de exhibición y bullicio, sino como un pueblo vivo con cultura e historia propia.

“México en el tiempo” se nombra el número dedicado a la Ciudad de México. Al contar con once años de vida la revista, comentó Emiliano Pérez Cruz respecto al “órgano literario y cultural cuyas páginas nos llevan por la estación del ferrocarril, cargados de esa íntima tristeza reaccionaria llamada nostalgia para recordar la problemática del agua a finales del siglo XVIII en la ‘mounstrópolis’, y no se despega del pensamiento filosófico presente en nuestras páginas con la función simbólica del mundo indígena, escrito por el también ya desaparecido Luis Villoro”.

Para concluir su intervención, el editor recordó al regiomontano Alfonso Reyes, quien alguna vez expresó palabras relativas a la educación que bien pueden definir lo que en Cultura Urbana se persigue cotidianamente: seriedad en el trabajo, sinceridad frente a sí mismo, incesante preocupación del bien en lo público y lo privado. “En suma, dejar vivir a cada uno y procurar hacer bien lo que se tiene entre manos, en este caso una revista, medio de transporte colectivo de ideas, acciones y reflexiones para el bien común; puesto que en su alma mater, la cultura urbana, nada humano le es ajeno”.

Conocimiento del calendario de los abuelos

Cantos, instrumentos y elementos prehispánicos interpretados por los maestros del Grupo Mez-me, sirvieron como preámbulo a la charla que giró en torno a la serie de publicaciones que ha realizado el Centro de Estudios Antropológicos, Científicos, Artísticos, Tradicionales y Lingüísticos (Ce-Acatl, A.C.) durante los últimos 26 años, en específico la presentación del libro trilingüe en náhuatl, español e inglés titulado In tonalamuh tocoltzitzihuan. El calendario de nuestros abuelos, enfocado al calendario mexicano y cómo su aplicación en la vida cotidiana puede hacer la diferencia en la calidad de vida espiritual.

En palabras del ingeniero y antropólogo Juan Anzaldo, fundador de la editorial independiente impulsada en 1990, la llamada piedra de los soles es llamada así porque en su centro tiene una serie de representaciones de lo que es una historia construida a lo largo de milenios, relacionada con las sociedades humanas de los pueblos originarios de esta región y con la historia geológica.

“En su interior guarda una serie de proporciones y relaciones que los investigadores a lo largo de muchos siglos se han dedicado a desentrañar; es un mensaje a la vista de todos pero secreto en el sentido de que es necesario adquirir un nivel de conocimiento pero sobre todo un lenguaje diferente para que justamente podamos recibir este mensaje que hace 500 años lo dejaron para nosotros”, describió sobre el Calendario Azteca.

La importancia de conservar el maíz pigmentado como patrimonio nutricional en Tláhuac, el simbolismo del triángulo en la cosmovisión otomí, el sincretismo de las festividades en la Ciudad de México, conocimientos indígenas y plantas, fueron parte de las conferencias y charlas que completaron esta jornada de actividades en el Foro Centzontle, además de las presentaciones de libros como Danza nocturna y la 13° edición de la Historia verdadera de México profundo, de Guillermo Marín Ruiz.

La III Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios, organizada en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas que se conmemora el 9 de agosto, se desarrollará hasta el domingo 4 de septiembre en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México.