Por: Redacción

Un total de doce actividades, entre estrenos y reestrenos de danza y teatro contemporáneo, así como residencias de compañías, laboratorios de trabajo y lecturas dramatizadas comprende el programa especial de artes escénicas que la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) presentará en septiembre y octubre en sus nuevos espacios de difusión cultural, el Foro Casa de la Paz y el Salón Casa de la Paz.

La institución reúne a doce directores y coreógrafos de distintas edades y latitudes estéticas quienes tienen en común la búsqueda de un lenguaje contemporáneo.

El Foro Casa de la Paz, ubicado a un costado del Teatro Casa de la Paz, constituye una caja negra, un espacio alternativo acondicionado especialmente para presentar proyectos innovadores y contemporáneos.

En la planta alta, el Salón Casa de la Paz estará dedicado a lecturas dramatizadas y escenificaciones que procuran un sitio íntimo, en formato pequeño y con carácter propio, idóneo para la impartición de talleres de artes escénicas.

Lenguajes y búsquedas escénicas que tienen en común la contemporaneidad darán vida a una programación que será ofertada de martes a sábado, iniciando con un laboratorio de trabajo, investigación y búsqueda escénica abierto a todos los interesados, lo que permitirá mantener un diálogo constante con los espectadores.

Los días miércoles y jueves, el público disfrutará de la danza, en tanto que los viernes y los sábados estarán consagrados al teatro.

La realidad espacial y la compleja situación por la que atraviesa el emblemático Teatro Casa de la Paz, en combinación con la urgencia de actividad que motiva a la Coordinación General de Difusión y su Subdirección de Artes Escénicas, impulsaron un proceso de transformación de la infraestructura para albergar la propuesta en Cozumel número 35, en la colonia Roma, donde han sido adecuados el Foro Casa de la Paz y el Salón Casa de la Paz.

Ubicado en Cozumel número 33, en la colonia Roma, el Teatro Casa de la Paz fue adaptado y remodelado en 1965 sobre lo que fuera conocido como el Teatro Ariel por decisión del licenciado Miguel Álvarez Acosta, ex director del Instituto de Bellas Artes y embajador del Organismo de Promoción Internacional de Cultura (OPIC) de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Intervinieron en estas acciones el arquitecto Manuel Larrosa y el artista plástico Manuel Felguérez.

Su nombre recupera el del Teatro de la Paz de San Luis Potosí, de donde era originario el licenciado Álvarez Acosta. En 1981, el inmueble pasó a formar parte del patrimonio de la UAM. La primera representación en este espacio fue Lisístrata de Aristófanes bajo la dirección de Jebert Darién.

El maestro Tomás Ejea –en su Crónica de un efímero, dinámica de un mural en el Teatro Casa de la Paz, publicada en la revista Casa del Tiempo en febrero de 2014– resaltó que la construcción de ese recinto resultó de la integración de valiosos elementos artísticos. Larrosa se encargó de su construcción, a la par que Felguérez realizó el mural-vitral y el telón-móvil y Jodorowsky labraba el teatro pánico, en un momento histórico en el que se buscaba la interrelación de las disciplinas artísticas: pintura, escultura, teatro, poesía, música y, por supuesto, arquitectura, mediante el efímero, happening, teatro pánico o como a cada quien se le dio en llamarlo”.

“Estos lances creativos tenían el sentido fundamental de intentar un cambio en el concepto tradicional de las artes. El Teatro Casa de La Paz, a 50 años de su fundación y a 30 años de ser un baluarte insustituible del patrimonio cultural de la UAM, ha sido indudablemente una pieza fundamental en el desarrollo de las experiencias artísticas de vanguardia de nuestro país”, escribió en entrañables y reveladores fragmentos.

Además, el director y crítico teatral recuerda en esas mismas líneas que “…Alberto Gironella, colaborador en su momento del OPIC, recomendó a las autoridades correspondientes al arquitecto Manuel Larrosa para que se encargara de la realización del proyecto. Larrosa, a su vez, solicitó a Felguérez que colaborase con él, encargándose de algunos elementos ornamentales –mas no decorativos– como el vitral de la fachada y una serie de tres telones de metal para el foro…”.

“El mural-vitral de la fachada y el telón-móvil de escena –telón que se encuentra en Estados Unidos, en Texas desde hace varias décadas– de Felguérez fueron parte importante del diseño arquitectónico integral cuando el viejo y tradicional Cine Condesa de la colonia Roma se convirtió en 1965 en el Teatro Casa de la Paz, dependiente del OPIC de la Secretaría de Relaciones Exteriores”, acotó.

“Este teatro, hoy perteneciente a la UAM, estaba pensado como un espacio para albergar las manifestaciones de vanguardia de las artes escénicas del país (teatro, danza, opera, cine, música). En ese sentido, el concepto arquitectónico y plástico tenía que estar acorde con este planteamiento vanguardista…”, subrayó Ejea.

Estos antecedentes enmarcan y dan sustento a la programación que la Subdirección de Artes Escénicas propone para reactivar la oferta institucional de actividades culturales. Honrando su historia, la universidad mantiene firme su compromiso social de promocionar y acercar al público a lo mejor de la cultura nacional e internacional.