Por: Redacción 

Los artistas gráficos Agustín Comotto y Dr. Alderete presentaron en el Foro Gonzalo Rojas de la XVI Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México sus libros, hechos de forma individual pero con algo en común: ambos son obras que compaginan la ficción con la realidad.

Para conseguir eso, previamente realizaron una investigación documental y después reinterpretaron la historia de forma gráfica.

Durante la charla “El trabajo del ilustrador en la reedición de clásicos del siglo XIX y principios del XX”, donde presentaron sus materiales, el argentino Agustín Comotto refirió que su obra se titula 155, el número asignado en el penal de Ushuaia a Simón Radowitzky, personaje principal de su novela gráfica.

Editada por Nórdica Libros en España, 155 cuenta la historia de un revolucionario que por hacer justicia frente a policías corruptos pasa 21 años preso injustamente. Además, reconstruye el entorno y espacio histórico en que vivió el personaje, como nacer y vivir su infancia en una aldea judía, escapar del horror nazi, participar en la revolución rusa, en la guerra civil española, llegar a América y sufrir maltrato por ser inmigrante, escapar de la pena de muerte y sobrevivir a la tortura de una de las cárceles más crueles del mundo.

“El tema de mi novela gráfica es de rabiosa actualidad: la reivindicación por la justicia social es algo que el hombre debe tener siempre en cuenta, algo que siempre se debe contar”, expresó el artista gráfico.

Acerca del proceso artístico y de la construcción de su libro, el dibujante platicó del largo proceso de investigación que le exigió este trabajo. “Cuando mejor es la documentación, más veraz es la historia”, dijo.

Agustín Comotto utilizó fotografías de la época y las plasmó en su novela, porque se imaginó que es la única forma de ver al pasado. También usó maquetas de recintos históricos y visitó varios países para contextualizarse geográficamente. Para la composición de su personaje principal se inspiró en dos personajes de la literatura: en el poeta ruso Vladimir Maiakovski y en el capitán Nemo, también protagonista de la novela de Julio Verne, Veinte mil leguas de viaje submarino.

La novela le tomó seis años, a lo largo de los cuales encontró fuertes limitantes, como perder el foco visual y adaptarse a utilizar una lupa de aumento, una luz de apoyo y tener que trabajar sobre un lienzo más grande al hacer sus dibujos.

“Para mí el estilo es ser sincero con uno mismo, esforzarse y tirar para adelante, nosotros reinterpretamos miles de cosas y nuestra experiencia personal es la que las distorsiona”, expresó.

A su vez, el diseñador también argentino Jorge Alderete, mejor conocido como Dr. Alderete, presentó su primera novela gráfica, Black is beltza —que significa el negro es negro en euskera—, la cual le llevó tres años de realización.

La obra, cuya impresión en México estuvo a cargo de La Caja de Cerillos Ediciones, es una colaboración del Dr. Alderete con el músico Fermín Muguruza y el escritor Harkaitz Cano.

La trama se sitúa en 1965, durante la Feria Mundial de Nueva York, cuando los invitados al desfile, la Comparsa de los gigantes de Pamplona, están a punto de salir a marchar y les prohíben la participación de los gigantes negros debido a los conflictos raciales de entonces.

“Si bien es una historia de ficción, el personaje se vincula con personajes históricos”, señaló Alderete. La obra cuenta la historia de Manex, un fotógrafo que se hace testigo de circunstancias esenciales de la historia.

Al igual que Agustín Comotto, Jorge Alderete se documentó de la forma más profunda posible, para lo cual se valió de muchos recursos. “No fue que me la pasara dibujando todo el tiempo. Escuchaba música, veía documentales, películas, fotografías, estaba empapándome de la época”, explicó.

Durante su presentación, el ilustrador platicó que logró colocar toda la información que no veía en el guión, gracias a que viajó en el tiempo.

Alderete afirmó que fue de gran relevancia el trabajo de otros artistas para la realización del suyo. Por ejemplo, mencionó el festival de música Monterey Pop de 1967, donde el guitarrista Jimi Hendrix prende fuego a su guitarra y la banda The Who destruye sus instrumentos. También alude a otros personajes como a Malcom X y su lucha contra el racismo, a Mohamed Alí que se niega a ir a la guerra de Vietnam, y hasta al Che Guevara.

“Este tipo de novelas, en las que aparecen cosas del pasado, me queda claro que necesitamos seguir haciéndolas, mostrándoselas a la gente, hablar por los que no pueden. En el caso de que alguien piense que un negro es diferente a un blanco, habrá un Alderete que lo denuncie”, afirmó Agustín Comotto sobre el trabajo de su colega.

Al final de la presentación, los ilustradores señalaron que la similitud entre sus obras radica en que ambas son un recordatorio y un llamado a derribar la injusticia social, la impunidad, la segregación racial y todo aquello que atenta contra los derechos humanos, la paz y la estabilidad social. También proponen una nueva forma de manifiesto gráfico para ser disfrutado y analizado por todos sus lectores.