Por: Redacción

Para el escultor y arquitecto David Camorlinga el arte se puede sentir, logra generar emociones sorprendentes y es tan poderoso que puede cambiar la vida del espectador e incluso el mundo.

David Camorlinga  es un hombre que disfruta caminar bajo la lluvia, viajar, observar, mirar los atardeceres, ama la naturaleza, el Sol, las plantas, los animales, las rocas y los susurros.

Algunos de estos elementos están plasmados en Espacio incólume su más reciente exposición que se puede visitar, hasta el 12 de mayo, en el Centro Bursátil.

Fotografías: Ramona Miranda/ Secretaría de Cultura

Fotografías: Ramona Miranda/ Secretaría de Cultura

Son 19 esculturas que van de lo figurativo a lo abstracto las que integran esta muestra que invita a descubrir y sumergirse en el universo interno de David Camorlinga.

“Se trata de obras que son gran parte de mi reflejo, de lo que yo en este momento siento y percibo del mundo que me rodea, de las cosas que me maravillan, gustan, llaman, mueven, sorprenden y expresan las emociones que me hacen vivir o estar pleno, sentirme alegre”, describe  en entrevista el artista de 33 años.

Espacio incólume reta al espectador, lo incita a reconstruirse, a sentir, a ver, a humanizarse, a tomar conciencia de su presente y regresar a sus emociones fundamentales, pero también propicia los abrazos, la amistad, genera nostalgia, alegría, emotividad e invita a disfrutar de la libertad, una combinación que fascinará al público juvenil pero también a los adultos.

Fotografías: Ramona Miranda/ Secretaría de Cultura

Fotografías: Ramona Miranda/ Secretaría de Cultura

“La idea -añadió Camorlinga- es que el público se emocione. Para mí es importante que vuelvan a contemplar, observar, analizar las cosas, hacer una pausa en su vida  y empezar a sentir desde el corazón”.

La muestra es una entrada a un cosmos de posibilidades infinitas, a un mundo lleno de instantes congelados, de un aparente desorden, de juegos geométricos, de palabras, de perspectivas, de composiciones y de colores que dan origen a piezas que, a veces, engañan el ojo del espectador.

La exposición inicia con la escultura Creador de sueños una pieza que de acuerdo con David Camorlinga reflexiona sobre el significado de los sueños.

“Es un globero que tiene globos cuadrados con la idea de remitir a que cada quién puede reconstruir sus sueños de la forma que quiera y que cuando pides un deseo o algo bueno casi siempre lo solicitas al cielo.

“Ahí viene la magia de esta obra que es generar emociones y remitirte a la infancia, al ver algo tan frágil y puro como un sueño retratado en un globo que parece poder escaparse en algún  momento”.

En Espacio incólume las obras también revelan algunas de las influencias del artista como los pintores Van Gogh, Caravaggio y Turner; los escultores Henry Moore y Mathias Goeritz, y los arquitectos Agustín Hernández y Pedro Ramírez Vázquez, además de las cosas que lee, le interesan y ha investigado.

Está Araceae que es una pieza creada ex profeso para la muestra; Cactácea que habla de su interés por los cactus de México y Amistad “que retrata  cómo los mexicanos abrazamos tanto al extranjero que viene, a nuestra familia y amigos”, destacó el artista.

Fotografías: Ramona Miranda/ Secretaría de Cultura

Fotografías: Ramona Miranda/ Secretaría de Cultura

Otra escultura creada ex profeso para la muestra es  Esencia y pulso “esta última -añade- habla del palpitar del corazón y busca atraparlo.  Describe cómo un átomo se mueve, cómo se generan choques de cosas y son tres líneas que están en un sitio constante e infinito que se mueve”.

El visitante también podrá encontrarse con esculturas con juego de perspectivas y de movimiento -algunas en 360 grados- que rodean al espectador y que parecieran se mueven con éste: El viaje de Caronte, 618, Arcus, Serpiente, Nudo, Cyclos, Trascender, Desorden aparente,Compartiendo y Descomposición.

Además con un autorretrato de David Camorlinga: Hombre pensando y, finalmente, con esculturas que aprisionan la idea del amor y la belleza: A life dance y Amándonos “esta es una obra de formato monumental de 2.50 x 90 x 70 centímetros que genera una emoción, una impresión, golpea al público y lo hará sentir algo inolvidable”, puntualizó Camorlinga.

Espacio incólume podrá visitarse en la planta baja del Centro Bursátil ubicado en Paseo de la Reforma 255, colonia Cuauhtémoc, hasta el 12 de mayo.