Por: Redacción/

La importancia de los archivos no sólo radica en conservar documentos y fotografías históricas, sino en generar comunidad, que la gente se acerque a consultarlos, para hacer de los acervos instrumentos vivos, así lo consideraron especialistas que participaron en el Encuentro de Archivos: Prácticas y Usos Contemporáneos.

En el Museo Archivo de la Fotografía (MAF) dialogaron el jueves 22 de noviembre representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de la Cineteca Nacional, del Centro de Documentación Arkheia del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Archivo Flores Magón.

La Directora del MAF, Carmen Tostado, destacó que realizar ejercicios como el encuentro, que duró cinco horas, permite darle vida al museo “no sólo con intervención histórica, sino como una forma de proteger la información que contienen importantes archivos fotográficos, iconográficos, videográficos y documentales del país, que han implementado estrategias novedosas para incrementar, activar y difundir sus acervos”, expresó.

En un diálogo abierto y en distintas mesas de trabajo, los ponentes manifestaron la necesidad de que las personas se acerquen a los acervos, que puedan tener acceso a ellos y no sólo sean consultados por un público especializado; para lograrlo, indicaron, deberán trabajar de forma colectiva.

Comparten estrategias para activar archivos

Rosa Casanova, investigadora de Estudios Históricos del INAH, expuso el proyecto “Memoria del Mundo”, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), lanzado en París en 1992 con el propósito de preservar el patrimonio documental y apoyar su acceso de manera universal.

En 1996, dijo, se formó el capítulo México, al que se integraron el INAH, la Universidad Nacional Autónoma de México a través de su Filmoteca y Biblioteca, la Cineteca Nacional, la Fonoteca Nacional y el Archivo General de la Nación, así como organismos privados como la Asociación Mexicana de Archivos y Bibliotecas.

“Todo lo que se hace sobre memoria y patrimonio, desgraciadamente, se encuentra en peligro, ya sea por temas ambientales, digitales o desconocimiento sobre su conservación”, indicó la investigadora de Estudios Históricos del INAH.

De acuerdo con la historiadora, la UNESCO ofrece tres tipos de reconocimientos: Memoria del mundo, Memoria del mundo regional y Memoria del mundo de México, que incluyen códices, dibujos e ilustraciones, manuscritos, publicaciones en lenguas indígenas, fotografías, películas, series de radio y televisión, entre otros.

La curadora de Acervos Documentales del Centro de Documentación Arkheia, del Museo de Arte Contemporáneo de la UNAM, Sol Henaro, presentó el sitio del archivo, que incluye más de 40 temas divididos en artísticos y documentales.

La función del centro, precisó, es estudiar la transformación del arte contemporáneo, a través de herramientas como micronarrativa, el pasado reciente, historiografía, curaduría, relatos y patrimonio público de acervo de artistas, colectividades y grupos.

El centro realiza exposiciones, consultas públicas, periscopio, actividades académicas, visitas guiadas. A futuro planean que las consultas se puedan realizar en línea y recientemente crearon los archivos “Visualidades de movilización social”, centrado en el tema de Ayotzinapa, y “Visualidades y VIH”.

En representación de la Cineteca Nacional, Tzutzumatzin Soto habló sobre la experiencia archivística en tres líneas: comunidad del archivo, los archivistas activistas y la balada del archivista, todas con el fin de preservar materiales de filmes que datan de principios del siglo XX y que se encuentran en el laboratorio de exploración digital y la biblioteca digital que contiene más de 7 mil títulos.

Actualmente la Cineteca desarrolla el seminario “Experiencias de archivo”, espacio creado para la investigación y la difusión de materiales audiovisuales de acervos poco conocidos: documentales, noticieros, registros no editados, reempleos y ficciones del cine mexicano que han sido preservados. Todas las sesiones-proyecciones se llevan a cabo el último lunes de cada mes y la entrada es gratuita.

Gabriela González Reyes, miembro de Fotobservatorio, señaló que el proyecto tiene como objetivo crear una plataforma que resuma cuántos y cuáles archivos fotográficos existen en el país. “Esta herramienta sirve además para otorgar nombre a los archivos y con esto coadyuvar a que no desaparezcan”, comentó la especialista.

Cuauhtémoc Velasco, Director de Etnohistoria del INAH, presentó el proyecto “Papeles de familia”, que inició como un concurso en 1972 con el fin de formar acervos familiares. “La fuerza que tiene para las familias este tipo de proyectos es impresionante, pues refuerzan los vínculos y ofrecen una importante labor de conservación a los miembros de cada una al escribir ya sea memorias, cartas o conservar fotos familiares de distintas generaciones”. Estados como Coahuila, Chiapas, Nuevo León, entre otros, han replicado el proyecto.

Por su parte, Diego Flores Magón, Director del Archivo Flores Magón de la Casa de El Hijo del Ahuizote, presentó el acervo fotográfico que se conserva en este inmueble, cuya función es facilitar el acceso a los documentos y construir relaciones de beneficio mutuo con el vecindario de los alrededores de Santo Domingo, en el Centro Histórico. También mostró trabajos que se han realizado en el recinto, como “México no está solo” (2014) y “Balazos” (2016).

El Museo Archivo de la Fotografía, ubicado en República de Guatemala 34, Centro Histórico, abre de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. La entrada es libre.